Doha.- Los conflictos armados cargan cada vez más peso “humanitario y financiero” en los sistemas educativos, que requieren tanto ser protegidos “de cualquier forma de ataque” como ser habilitados para ofrecer acceso a la educación “de cualquier forma que sea necesaria” durante un conflicto.
Esa es la conclusión del informe ‘El sacrificio de la educación- cargar el peso financiero y humano de los conflictos’ que se presentó este lunes en Doha durante la conmemoración del Día Internacional de las Naciones Unidas para la Protección de la Educación contra Ataques.
El documento, desarrollado por la ONG catarí Education Above All (Educación por encima de todo, EAA), subraya que sin la protección efectiva e integral de la educación, lo que incluye la persecución legal de todos aquellos que ataquen ese derecho humano fundamental, el mundo afronta “una profundización de las crisis educativas y humanas a escala global».
“Y sin garantizar el derecho universal a la educación durante un conflicto, todos somos los cómplices y contribuimos a negar un derecho humano fundamental”, añade el informe.
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Daños y cargas
Según datos incluidos en el informe elaborados por a Coalición global para proteger la educación de ataques (GCPEA, en inglés) de la que EAA forma parte, en 2022 y 2023 se identificaron más de 6.000 ataques a estudiantes, educadores, escuelas y universidades, así como actos de uso de instalaciones educativas con fines militares por partes en conflicto.
Esos ataques dañan la educación no solo materialmente, sino que añaden otras cargas como la presión en los presupuestos educativos para la reconstrucción o el desvío de dinero asignado a este sector para fines militares.
También supone un sobrecosto la atención educativa de poblaciones desplazadas, que recaen sobre sistemas generalmente también poco desarrollados, además de existir otros problemas como el pago de salarios a maestros y profesores.
Un rasgo cada vez más dañino que identifica el informe es que los centros educativos ya no son considerados como lugares seguros y son atacados indiscriminadamente, con el problema añadido de que estos ataques son empleados por las partes en conflicto como elementos para la desinformación.
Además, la falta generalizada de sistemas educativos en caso de conflicto genera inequidad en el acceso a las pocas opciones disponibles, lo que afecta desproporcionadamente a la población más vulnerable. Por el contrario, el informe señala que el incremento de las inversiones en educación constituyen de hecho un elemento para la paz.
“El dato es indiscutible, invertir en educación aporta significativos avances tanto en el corto como en el largo plazo a individuos, familias, Estados y al mundo en general”, indica el informe.
“Escolaricidio en Gaza”
La EAA, ONG vinculada al Estado de Catar, organizó la celebración del Día Internacional de las Naciones Unidas Contra Ataques con la presencia de decenas de ministros, primeras damas, funcionarios de Naciones Unidas y otros organismos internacionales dedicadas a la educación y la infancia.
Durante la jornada se hizo hincapié en la situación de Gaza, donde más de 600.000 niños llevan casi 11 meses sin escuela y donde más del 80 % de sus instalaciones educativas han sido destruidas.
En ese sentido se pidió expresamente a la comunidad internacional que “no mire para un costado” y haga valer por todos medios la justicia para evitar que esos ataques, que consideraron “premeditados y deliberados” queden impunes.
La jequesa Moza bint Nazer, presidenta de EAA se refirió a la actuación israelí en Gaza como “escolaricidio». En se sentido, expresó su rabia hacia quienes critican las violaciones a los derechos humanos por un lado pero luego “se callan ante otras violaciones». “El costo humano de la guerra en Gaza es inaceptable para cualquiera con conciencia, moral o principios humanitarios”, resumió.
