Los programas de Gobierno de los candidatos presidenciales no son más que una declaración de intención, que, aunque nada garantiza que se ejecuten desde el poder, es importante que se presenten y debatan, por más sólidos, incluso, que sean los visos de que las propuestas no determinan la expresión en las urnas.

Las movilizaciones de masas como demostraciones de fuerza o para seducir al electorado no son suficientes. Cierto es que las cosas jamás son tan fáciles como se plantean, pero es necesario que quienes aspiran dirigir la nación tracen sus prioridades y los mecanismos que utilizarán para alcanzarlos.

Para edificación de la opinión pública los programas de Hipólito Mejía, Danilo Medina y de los otros cuatro candidatos presidenciales, Guillermo Moreno, Eduardo Estrella, Max Puig y Julián Serulle, serán debatidos a través de una serie de encuentros auspiciados por el Grupo de Comunicaciones Corripio.

Los debates, que procuran revestir el proceso de un mayor contenido, comenzarán desde el martes 17 con una exposición de Moreno a partir de las 7:30 de la mañana por los canales 2, de Teleantillas; 11, Telesistema, y 39, Coral en transmisión simultánea con las estaciones HIJB y La Nota Diferente. Siguen en el mismo orden Estrella, Serulle y Puig. Medina y Mejía comparecerán el 24 y el 25 de este mes, respectivamente, pero en horario de 8:00 a 10:00 de la noche.

Los candidatos serán preguntados sobre respectivos programas por periodistas del Grupo Corripio, entre los que figuran de El Nacional. Los veteranos profesionales de la comunicación Juan Bolívar Díaz y Luis Eduardo Lora (Huchi) serán los moderadores del saludable aporte a la opinión pública.

El espacio habilitado por el Grupo Corripio a través de sus diferentes medios es una oportunidad para los candidatos conectar con el electorado con la exposición de la plataforma en que apoyarían su gestión. Y también para el electorado calibrar mejor sus condiciones personales y políticas.

Esos debates, además de enriquecer el proceso, pueden contribuir a quitar presión a una atmósfera que se ha calentado mucho a través de las denuncias y confrontaciones.