Rabat, (EFE).- “Solo queremos que aparezcan, vivos o muertos». Esta es la frase desesperada que repiten decenas de padres marroquíes en busca de sus hijos, desaparecidos intentando llegar a España en patera desde Marruecos o Argelia, a través del Atlántico o del Mediterráneo.
Organizados en un colectivo, estas madres, padres, hermanos y vecinos de los migrantes que cogieron una patera una vez y nunca volvieron a llamar, muchos de origen humilde, protestan periódicamente frente a instituciones del Ministerio de Exteriores en Rabat. Piden ayuda para encontrar a sus seres queridos.
Este martes, un grupo de treinta familiares de diferentes zonas del país lo han hecho en una sentada frente al edificio de una delegación de asuntos consulares de la capital, de donde ha salido un representante prometiendo escuchar sus demandas.
EL SUEÑO ROTO DE LLEGAR A CANARIAS
Es el caso de Rachida Machrouhi, hermana de Hadi, un joven de 33 años que decidió el pasado marzo junto a otras 52 personas coger una patera desde la ciudad saharaui de El Aaiún con el sueño de alcanzar las Islas Canarias.
“La última llamada con él fue el 27 de marzo antes que saliera en la patera. Desde entonces no sabemos nada. Queremos que aparezca vivo o muerto para que quedarnos tranquilos”, cuenta Rachida a Efe.
Añade que su hermano era la única persona procedente de la ciudad sureña de Guelmim, mientras que el resto de los ocupantes de aquella patera eran de Beni Melal (centro) y Kelaat Sraghna (sur).
De aquella embarcación encontraron doce cadáveres, pero el resto siguen desaparecidos, incluido el hermano de Rachida, que ha viajado hasta Rabat para reivindicar información sobre todos los desaparecidos.
“Estamos unidos por el mismo dolor, somos una sola familia. Queremos conocer el paradero de todos los nuestros, que solo buscaban mejores condiciones de vida”, cuenta.
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Otro joven que sigue desaparecido intentando emigrar por la ruta canaria es Mohamed Abghalil, de 24 años. Viajó el año pasado casi mil kilómetros desde su ciudad, Kelaat Sraghna, hasta El Aaiún con el mismo objetivo de llegar a Canarias. Su madre Fanida intentó sin éxito convencerle de que no se marchara.
“Desde el 27 de noviembre de 2021 no sé nada de mi hijo, desde que salió en patera con 35 chicos hacia España. Rescataron a treinta, pero el resto sigue desaparecido”, relata a Efe agarrada a la foto de su hijo.
560 DESAPARECIDOS
En la sentada participan también familias cuyos hijos intentaron otras rutas. Como Fatima Kazzar, que explica que su hijo Achraf, de 21 años, se fue en agosto de 2021 en una moto acuática desde las costas orientales de Saidia hacia Argelia, con el objetivo de viajar a España desde allí. Desde entonces no sabe nada de él.
Fatima contrató a un abogado en España que le confirmó, tras tres meses de búsqueda, que su hijo no estaba allí, y cuenta en Argelia con otro abogado que sigue buscando.
“Estoy segura que mi hijo está vivo, el presentimiento de una madre nunca falla”, dice a Efe entre lágrimas. Fatima acudió a Rabat junto con otras familias del colectivo “Comité de seguimiento de emigrantes marroquíes desaparecidos” para pedir la intervención de las autoridades en la búsqueda de los desaparecidos.
Según Hassan Ammari, presidente de la Asociación de Ayuda de Emigrantes en Situación Vulnerable, tienen censados a mil personas reclamadas por sus familias como desaparecidas o detenidas en Argelia, Libia o Túnez durante sus intentos de emigrar a Europa.
De ellas, explica a Efe, 560 están listadas como desaparecidas por la asociación.