Con las altas temperaturas los tapones en las calles a cualquier hora del día se tornan más tediosos e irritantes. Entre los muchos factores se tenía la elevada circulación de vehículos y los pocos espacios como uno de los principales problemas.

Pero el director del Intrant, Rafael Arias, ha descubierto que gran parte del problema se debe a las imprudencias de los conductores. O sea que la temeridad y la falta de cortesía inciden en las largas colas que se forman en en calles cuyas intersecciones son controladas por agentes de la Digesett.

En algún momento se ha hablado de que los tapones también son provocados por el privilegio con algunas rutas por las que circulan funcionarios hasta de quinta categoría. Los especialistas entienden que si el tránsito fuera más fluido en las intersecciones los tapones, que implican un elevado consumo de combustibles, fueran menos irritantes.

Pero se tiene el problema de que cualquier calle es copada por vehículos mal estacionados, obstaculizando el libre tránsito sin que las autoridades digan siquiera esta boca es mía.

El director del Intrant tendrá que revisar con más detenimiento todas las causas de los tapones que, en esta temporada de intenso calor, se prestan a infartos.