El Conde ha dejado de ser una boca de lobo en horas de la noche. La arteria más turística de la ciudad, que guarda una buena parte de la memoria, ha sido iluminada como parte del programa de remozamiento que con el respaldo del BID ejecutan el Ayuntamiento del Distrito Nacional y el Ministerio de Turismo.
Los cables eléctricos que colgaban en edificios también han sido recogidos, lo que devuelve esplendor y más seguridad a la calle y sus alrededores.
Por los muchos centros de diversión y servicios gastronómicos el Conde es frecuentado en horas de la noche por decenas de parroquianos.
Con la iluminación la Policía Turística (Politur) que tiene como encargado al coronel Rafael Sosa puede garantizar más seguridad a vecinos y visitantes en la Ciudad Colonial.
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Aunque vale resaltar que la delincuencia, la mendicidad y el asedio a los visitantes se ha reducido a la mínima expresión gracias a la labor de los agentes de la Politur.
Tras completarse la primera fase en la Ciudad Colonial se trabaja en el reacondicionamiento de calles, la recuperación de centros históricos, el soterrado del tendido eléctrico y en otros proyectos para mejorar la imagen.
El drenaje es todavía un desafío que tendrá que enfrentarse en su momento. El alumbrado del Conde era una de las necesidades que tenía que enfrentarse.
Lo mismo tendrá que hacerse con otras calles frecuentadas por nacionales y extranjeros.
