El Gobierno tendrá que dar un contundente golpe de efecto para salir de la mala racha en que ha caído tras el fracaso del proyecto de reforma fiscal. Desde entonces las críticas han llovido sobre cada una de las principales decisiones que se han anunciado.

Con la limitación del tiempo de duración, pero no del pago de la renovación de la licencia de conducir el presidente Luis Abinader tuvo que dejar la decisión sin efecto para aplacar la marea.

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Aunque la disposición está contenida en un decreto del expresidente Danilo Medina, esta gestión fue la que tuvo que cargar con la cuaba por un problema de forma y fondo del Intrant. Pero antes se generó el revuelo con la doble funciones asignadas al director de Compras y Contrataciones Públicas, Carlos Pimentel.

Ahora el escarceo lo ha causado el Ministerio de Administración Pública con la circular en que se exige a los empleados públicos presentar las facturas de pago de la luz y el agua.

No entienden las autoridades que hay decisiones que se aplican o se reducen a exhortaciones bien fundamentadas para evitar revuelos. Si los funcionarios no modifican su estilo lo más seguro es que no terminen de salir de una.