La profesora Teolinda Páez Tineo (Mamá Tiola), quien nació el primero de noviembre de 1906, durante el gobierno del presidente Ramón Cáceres (Mon Cáceres), es considerada por muchos como un tesoro del magisterio nacional, por sus vivencias durante más de 50 años de docencia.
A pesar de sus 109 años de edad, Mamá Tiola lee perfectamente sin necesidad de usar lentes, realiza sus tareas habituales, pese a los cuidados que le prodigan un sobrino, su esposa y sus hijas, y se mantiene al día en los acontecimientos mundiales y en los avances de la tecnología.
Nació en Santiago, 1 de noviembre de 1906, hija de los esposos Manuel Páez y Dionisia Tineo, quienes procrearon seis hijas, todas maestras, a las que agregaron dos sobrinas, también educadoras.
Recuerda su primer sueldo de 15 mil pesos, en 1925, con el cual afrontó una buena parte de las responsabilidades de su hogar, como mantener a sus dos hermanas menores que ella.
Llevaba el apodo de Mamá Tiola, pero nunca tuvo hijos, porque nunca se casó al dedicar su vida al magisterio en el que se mantuvo por 50 años, tras los cuales fue pensionada en 1979 con un salario de apenas cinco mil pesos mensuales, que fue aumentado a 15 mil en la actual gestión gubernamental.
“Nunca me casé, mi vida fue solo para trabajar en las aulas, eso es una herencia de familia”, revela esta educadora quien explica que siendo una señorita de 15 años, sonó que no debía casarse y de4dicar su exist3ncia a enseñar a los demás.
Recuerda con mucho orgullo haber sido alumna de la reconocida profesora Ercilia Pepín, a quien describe como “una gran educadora, de una presencia muy agradable, “una muy distinguida dama”, muy comprensiva con sus alumnos, cuyas clases eran bien dirigidas.
A pesar de sus avanzada edad, “Mamá Tiola, recuerda con gratitud otros de sus maestros, como Perla Rafaela Santaella, quien impartía geografía, y Herminia Heureaux ,hija del presidente Ulises Heureaux, maestra de naturales, mientras que Ercilia Pepín impartía matemática y nociones de inglés.
“En mi tiempo los maestros eran muy bien preparados a pesar que no existía ningunas de esas cosas modernas que se usan hoy” dice y asegura que sus clases eran debidamente planificadas y luego adecuadas según la necesidad de los alumnos, incluyendo casos especiales.
Con total lucidez esta educadora logra hacer una comparación entre los alumnos de su tiempo y los de hoy. “Los alumnos de esa época eran muy respetuoso y aplicados. No existía la motivación de hoy, a pesar de que actualmente hay muchas cosas que disgregan su atención”, afirma.
Una de las ventajas que Teolinda resalta del sistema educativo de la actualidad es la facilidad que tienen todos los estudiantes de tener sus propios libros de textos. Cuenta que en su época se estudiaba con una “mantilla”, lo que describe como “una especie de libro ilustrado”, con el cual aprendían a leer y a escribir todos los miembros de la familia y en muchos casos hasta vecinos y allegados.
Con motivo de la celebración de su 109 aniversario de vida, la directora regional de educación Maestra Tércida Franco, visitó a la envejeciente, la cual después de su improvisado discurso de agradecimiento, dejó a todos atónitos por la forma espectacular en que se expresó la querida “Mamá Tiola”.
En todo momento dejó claro que el valor que nunca debe faltarle a los educadores es el amor, pues afirma que de éste depende la confianza, clave para lograr que los alumnos se identifiquen y respeten a sus docentes.
Definitivamente Mamá Tiola es un tesoro del magisterio nacional que el Gobierno ha reconocido por sus grandes aportes y dedicación a la enseñanza pública.