He escrito en otras ocasiones, que nuestra sociedad exhibe un alarmante deterioro moral, y preocupa mucho más, saber que algunos sectores llamados a asumir criticas moralizantes, prefieran sumarse a campañas degradantes, solamente por defender intereses políticos.
En el caso concreto, en los últimos días, la Policía Nacional ha recibido acerbas críticas por algunos hacedores de opinión pública, que buscan afanosamente hacer descender la popularidad del presidente Danilo Medina, usando como punto de lanza el tema de la Seguridad Ciudadana.
El plan está diseñado para que el presidente de la República desarticule su equipo de Seguridad Ciudadana, empezando con el exjefe de la Policía Nacional, Manuel Castro Castillo y terminando con el ministro de interior y policía, José Ramón Fadul, quien ha demostrado en todos los escenarios, que este gobierno ha sido exitoso en materia de seguridad, a pesar de los serios desafíos. He afirmado, que este plan sale de un cuarto frío, donde se planifica cómo hacer descender los niveles de popularidad del primer mandatario.
La manipulación consciente, como la llamó el genio de las relaciones públicas, Eduard Barneys, ha sido el método predilecto, por quienes buscan matar la verdad con distorsiones, media verdades y sobre todo, callando a propósito los logros del gobierno en materia de seguridad.
Nadie en su sano juicio podría negar que la delincuencia es uno de nuestros grandes retos como nación. Lo que no se perdona, es que se quiera manipular a la población, exacerbando actos de delito común. Sin embargo, muy pocos han tenido la responsabilidad de exponer francamente las causas que generan la delincuencia: como la pobreza, la desigualdad, la deuda social acumulada, el desempleo, la deserción escolar, la impunidad y otras causas sociales que no las han inventado el presidente Medina, ni la Policía y mucho menos José Ramón Fadul y Gustavo Montalvo.
Reitero lo del maestro Jurgen Habermas, hay temas racionales con los cuales no se puede »politiquear». Aferrarse a querer lograr mediante propaganda a que el presidente destituya a sus funcionarios de seguridad ciudadana, es obviar, que los presidentes siempre tienen a manos las estadísticas actualizadas de temas tan relevantes como la seguridad.
Y ningún organismo internacional ha negado que el gobierno de Medina ha logrado reducir la criminalidad de un 24 % a un 17 %.
La criminalidad no es un fenómeno exclusivo de la República Dominicana. Algunos de los críticos del plan de seguridad, ocultan, que Honduras ha perdido la batalla contra la delincuencia y que a la fecha, en este año, ya se han producido casi dos mil homicidios.