No debería sorprender que un legislador proponga que la igualdad de género se imparta como materia en las escuelas como la gramática, matemática, historia o geografía.
Si la senadora Aracelis Villanueva (PRM-San Pedro de Macorís) se hubiera tomado las molestias de investigar o consultar se habría evitado la desatinada iniciativa. Los hombres y las mujeres son iguales como seres humanos ante la Constitución y las leyes.
Para fomentar la igualdad de género, prevenir la violencia, rechazar los estereotipos sexistas y promover la armonía no hay que impartir como materia obligada la igualdad de género.
Entre el hombre y la mujer existirá siempre una diferencia biológica, a menos que uno de ellos recurra a un cambio de sexo. Por más que se asuma y difunda por un sector defensor del feminismo no es verdad que el género se hace.
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Los senadores deben rechazar de plano, por absurdo, el proyecto de la senadora de San Pedro de Macorís.
Y la legisladora repasar las leyes para evitarse llover sobre mojado, porque esa igualdad de género que propone ya existe, además de que no tiene dimensión para ser una materia escolar.