Las Ligas Mayores de Béisbol todavía no tienen fecha para el inicio de la próxima justa que en condiciones normales comenzaría el próximo jueves 26 de este mes.
La posposición que podría alcanzar un mes llevaría la campaña hasta finales de noviembre en caso de que se mantengan intacto el calendario de 162 juegos y el actual sistema de playoffs.
En caso contrario, cada equipo dejaría de celebrar entre 15 y 25 desafíos, dependiendo del momento que las autoridades de MLB decidan abrir las compuertas y registrar el “Opening Day”.
Así las cosas, algunas hazañas y rachas de jugadores logrando cifras determinadas quedarían truncadas y otros peloteros perderían el chance de seguir sumando números históricos, desplazando colegas de sitiales de honor. Tiempos atrás, Fred McGriff (Crime Dog), uno de los más bestiales bateadores de poder de su tiempo del juego, no pudo llegar a 500 jonrones por la inesperada conclusión de la temporada del 1994 por la huelga y el retraso en el inicio de la contienda siguiente por el mismo motivo.
McGriff tuvo 10 campañas de 30 o más jonrones, pudieron ser 11 si la campaña de 1995 no hubiese sido una de 144 juegos en lugar de los acostumbrados 162. Ese año participó en todos los partidos de su equipo, Bravos de Atlanta
En la justa anterior, 1994, cortada en agosto, McGriif había conectado 34 batazos de cuatro esquinas y transitaba seguro hacia su única temporada en exceso de 40. Accionó en 113 de los 114 juegos que efectuaron los Tomahawks.
Es harto conocido que el jugador nacido en Tampa, Florida, el 31/10/63, terminó su carrera con 493 cuadrangulares. Perder esos juegos impidió que incluyera su nombre en el ya no tan exclusivo listado de los que han pegado 500 y eso dio al traste con su chance de lograr la inmortalidad deportiva.
McGriff, un participante en cinco Juegos de Estrellas, en el 2019 terminó su inclusión en la boleta para el Salón de la Fama luego de obtener un 39.8 por ciento de los sufragios, su votación más elevada en 10 años.
Está claro que otra hubiese sido la historia de un McGriff con 500 vuelacercas, más de 1,500 impulsadas (incluyendo ocho años de 100 o más que en condiciones normales hubiesen sido 10, pues empujó 94 y 93 en el 1994 y 1995, respectivamente), su slugging por encima de .500 poniendo la mayoría de sus números en el período anterior al conocido como “Era de los Esteroides”, hubiese pasado los 2,500 hits y tenía chance de llegar a 1,400 anotadas.
El inmenso Barry Bonds se quedó a cuatro empujadas de las 2,000 (1,996) y 65 incogibles de los 3,000 (2,935) luego de jugar en 112 de los 115 partidos que celebraron los Gigantes en 1994 y los 144 del 1995.
Los 65 desafíos dejados de celebrar por su club, atentaron con la posibilidad de que el supertalentoso Bonds alcanzara los 3,000 inatrapables.
En la actualidad hay jugadores activos que podrían ver lastimadas sus aspiraciones de escalar en los rankings de todos los tiempos, retrasar o no alcanzar cifras emblemáticas de por vida por la c<si segura reducción del calendario de este año.
UN APUNTE
Bonds (5,976) perdió el chance de ser el cuarto jugador en superar las 6,000 bases alcanzadas de por vida. Sólo Hank Aaron (6,856), Stan Musial (6,134) y Willie Mays (6,066) lo consiguieron.