Si algo hay, que como académico, mercadólogo y profesional que me ha preocupado siempre, es el mercado de trabajo para los jóvenes que buscan su primer empleo, lo que los tienen y los que los pierden, además la falta de oportunidades que se respira en el mercado laboral y empresarial de cara a esa gran franja de población, los jóvenes de ambos sexos en nuestro país. Porque lo he sufrido en carne propia con mis hijos y amigos cercanos que desandan sus ansias de ser útil cada día.
Lo que hay que tener bien claro, es que este no es solo un problema sistémico de nuestro país, lo mismo sucede en todo el mundo, pero muy especialmente en nuestra Latinoamérica y en grado sumo en Centroamérica y El Caribe, donde los niveles son alarmante, llegando casi a la frustración, lo que dispara a corto y largo plazo los índices de criminalidad, violencia y otros delitos.
Bástenos con ver las universidades llenas de iluminados muchachos de ambos sexos (más mujeres jóvenes que hombres jóvenes) que salen graduados, y que en su época de universitarios, nunca han tenido contacto con ningún entrenamiento de sus carreras y así salen a la calle, al mercado de trabajo, a buscarse la vida sin ninguna experiencia ni esperanza de conseguir ese necesario primer y estimulador empleo.
Pero vamos a ver algunos números fríos, que a fin de cuentas, fueron los que me impulsaron a escribir estas notas sobre esta traumática situación de vulnerabilidad laboral que envuelve a nuestros jóvenes hoy día.
Lo hago a propósito de la más recién encuesta del Ministerio de Trabajo a través del Observatorio del Mercado Laboral Dominicano (OMLAD), encuesta que contó con el auspicio de la Agencia Española de Cooperación. Veamos:
En palabras del Ministro de Trabajo, doctor Max Puig, uno de los factores que inciden en la falta de empleos para este nicho poblacional de jóvenes entre 15 y 29 años son los bajos ingresos económicos, la falta de escolaridad, el que la gran mayoría no domina un oficio, entre otros factores.
Para añadir a seguidas que la capacitación es una variable transversal en cada uno de los estudios hechos sobre juventud y empleos.
Argumentando que solo el trabajo garantiza triunfar en la vida y tener las cosas que uno quiere tener. Y yo añado: si no le dan esas oportunidades de poco valen que se preparen, pues siempre aducen de la experiencia y esta se consigue con las oportunidades, ya sean graduados universitarios o de carreras técnicas.
Pero sigamos con los fríos números del estudio en cuestión: es cierto en dicho estudio se estampa que los jóvenes reconocen que el nivel educativo es una limitante para obtener empleo estable, y yo me pregunto, ¿Por qué cada día hay miles y miles de jóvenes con niveles de instrucción adecuadas, universitarios, técnicos y pasan o están en el ejército de los sin trabajo?
Creo que es la falta de políticas claras al respecto, lo que permea el asunto. A sabiendas de que el sector privado es el que carga el fardo más pesado, puesto que la burocracia estatal opera en base al clientelismo y el amiguismo, por sobre todo.
El 25% de los jóvenes en población económicamente activa no está trabajando, sentencia el estudio; es decir, jóvenes de entre 15 y 29 años, lo que en números significa, 379,147 jóvenes a nivel nacional, según la proyección. Y si trabajan en algo, siempre se encuentran en situación de vulnerabilidad, porque su ingreso promedio ronda los $2,536.00 pesos, pero en las mujeres jóvenes y madres solteras el panorama de ingreso es más aterrador.
Pues el bajo nivel educativo, los hogares numerosos, el ingreso per cápita es de $2,500.00 pesos mensuales, aunque estas (las mujeres) tienen un nivel de instrucción mayor que los varones jóvenes y otros grupos; ellas están 1.75% más capacitadas técnicamente respecto al 0.39% de los hombres jóvenes con alguna capacitación técnica y ahora están incursionando en áreas que eran vedadas a ellas, según dice el INFOTEP.
Pero, ¿Qué esperar en los días y meses por venir respecto a este preocupante panorama? Bueno, según el referido estudio que fue realizado en San Juan de la Maguana, Santiago, Santo Domingo Este y Azua, el panorama más desolador esta en los jóvenes de menor instrucción, pues estos tienen menos oportunidades de insertase en el mercado de trabajo; por ejemplo, 29% y 45% de estos jóvenes han alcanzado nivel primario y secundario y 17.8% han alcanzado el nivel universitario.
Ahora bien, lo más importante, es que 19.30% de las mujeres jóvenes tienen instrucción universitaria más que los demás grupos, incluidos los hombres jóvenes, pero esto no quiere decir que tengan trabajo, sino que están mejor preparadas. Ellas también sufren el flagelo del desempleo.
Lo que pasa, es que por la crisis existente el panorama no mejorara, y es que más del 70% de los jóvenes en condiciones de vulnerabilidad dice haber tenido un empleo alguna vez, lo que quiere decir que cuentan con experiencia.
Mientras tanto, según el INFOTEP hay más de 3.3 millones de graduados en alguna profesión técnica y las universidades cada año lanzan a la calle miles de jóvenes (en su gran mayoría mujeres jóvenes preparadas) que salen al mundo de la realidad con el instinto de ser útiles y preparadas.
Pero en casi ningún sitio les abren las puertas a sus sueños de progreso y bienestar para ellas.
