El Mercado Nuevo de la avenida Duarte, que opera desde hace mucho más de medio siglo como terminal mayorista y minorista de productos agrícolas y pecuarios, se ha convertido en víctima de la ineficiencia, improvisación e indiferencia atribuida a la gestión de varios gobiernos nacionales y municipales.
El Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) anunció la intervención de ese mercado por su situación de insalubridad, y dispuso trabajar con la inocuidad de los productos, disminución de la pérdida de alimentos, reciclaje, así como garantía de habitabilidad.
A comienzo de siglo el Gobierno, con financiamiento del Reino de España, inició la construcción del Merca Santo Domingo, un gran centro de recepción y distribución de rubros agropecuarios, cuya construcción concluyó años después en el kilómetro 22 de la autopista Duarte.
Las autoridades prometieron que una vez puestas en operación las instalaciones del Merca Santo Domingo, se intervendría el Mercado Nuevo de la Avenida Duarte, el cual sería convertido en un moderno centro para minoristas, promesa que nunca se ha cumplido.
En principio se dijo que las instalaciones de ese mercado serían demolidas para levantar nueva estructura, después se aseguró que se construiría otro igual en terrenos adyacentes y hasta se llegó a cimentar una edificación sin saber para qué usarla.
Aunque Pro Consumidor procura que cerca de 400 proveedores dedicados a la venta de carnes, embutidos, frutas y vegetales cumplan con ciertos requisitos para poder operar, el problema esencial radica en que ese mercado ha colapsado en términos de estructura y de salubridad.
Aunque el Merca Santo Domingo opera a plena capacidad, el mercado de la Duarte se mantiene como una terminal que recibe cada día toneladas de alimentos en condiciones extremas de insalubridad, lo que constituye un peligro mayor para la salud de los ciudadanos.
Gobierno y Alcaldía de Santo Domingo tienen el urgente compromiso de procurar los 350 millones de pesos que se requieren para intervenir drásticamente al mercado de la avenida Duarte y convertirlo en un lugar decente para el expendio a minoristas de productos agropecuarios, promesa incumplida por más de 20 años.