Por aquí la gente se ha acostumbrado a ver de todo, a tal punto de estar vacunada contra el asombro, pero actos tan vandálicos como el incendio de dos camiones compactadores y una camioneta que la alcaldía de Cayetano Germosén, Moca, utilizaba para la recogida de basura, no pueden quedar impunes.
Cualquiera sea el responsable tienen que responder ante la justicia por un acto de vandalismo con todas las características de la gota que colma la copa.
Como si se tratara de un deporte o se contara con alguna licencia por aquí se atenta contra la propiedad pública sin mayores consecuencias. Y no puede ser.
La quema de las unidades denunciada por la alcaldesa Osmeldy Tapia no puede integrar la galería de escándalos impunes que tanto laceran el sistema institucional. Tratándose de un pueblo pequeño, donde todo el mundo se conoce, así como el que entra y el que sale, no debe ser difícil para las autoridades establecer responsabilidades sobre el siniestro.
El Nacional
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