Editorial

Miedo y confianza

Miedo y confianza

No resulta fácil calcular el nivel de afectación que sobre la economía dominicana ha tenido la pandemia del coronavirus, como tampoco la recuperación que ha alcanzado desde cuando las actividades económicas se contrajeron un 29% y más de un millón de trabajadores y empleados fueron cesanteados o suspendidos.

Han transcurrido más de ocho meses desde que se detectó el primer contagio de la covid-19 hasta el día de hoy cuando la cifra supera los 140 mil y el número de decesos alcanza los 2,317, sin que todavía se tenga certeza si el virus podría ser contenido en un tiempo relativamente corto o largo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que la economía dominicana cerrará este año con un crecimiento negativo cercano al 6% del Producto Interno Bruto (PIB) y que en 2021 tendría un crecimiento del 4%, lo que indica que aún se mantendría en recesión por un periodo mayor.

Aun así, los principales indicadores económicos se mantienen relativamente estables, si se toma en cuenta lo volátil del entorno externo, por lo que con sobrada razón se dice que la economía dominicana sería una de las primeras del continente en retornar al carril del crecimiento.

Durante el periodo pandémico, el Banco Central ha inyectado a la economía a través de diversos mecanismos monetarios y financieros, unos 190 mil millones de pesos y seis mil millones de dólares, sin que ese nivel de circulante trastorne de manera significativa la meta de inflación del banco emisor.

Uno de los índices de mayor relevancia que afloran en los esfuerzos para reactivar la economía se refiere a confianza de los agentes económicos en la seguridad jurídica a las inversiones y la certidumbre en las políticas monetarias.

El polo opuesto lo representa el índice de miedo, que crece y se expande motivado por discursos nebulosos desde el Gobierno en lo relacionado con el ejercicio presupuestal, endeudamiento, déficit fiscal, dispendio en el gasto público o erosión del ensamblaje institucional.

La meta esencial del Gobierno debe ser la contención de la pandemia, pero para alcanzar la meta de reactivación de la economía y de superar el estadio de recesión económica se requiere encaminar políticas públicas a nivel financiero monetario, fiscal e institucional que reduzcan al mínimo el índice de miedo y eleven a la estratosfera el índice de confianza.

El Nacional

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