Así como un día bien empleado nos procura un buen sueño, una vida bien vivida nos proporciona una muerte tranquila”.
Analote France
“El que antes de su muerte la ha plantado un árbol, no ha vivido inútilmente”.
Proverbio indio
Recordamos hoy el fallecimiento de un gran dominicano: Miguel Cocco, quien nos dijo adiós, hace 12 años.
Don Miguel fue un hombre ejemplar.
Don Miguel era solidario.
Don Miguel era un ciudadano que le gustaba ayudar a los demás.
Don Miguel fue un amante y cooperador del deporte nacional.
Don Miguel ayudó al desarrollo de la cultura en el país.
Don Miguel siempre fue un enamorado de las artes.
Don Miguel siempre estaba atento a sus amigos en las buenas y en las malas.
Don Miguel fue un esposo ejemplar y así lo señala con orgullo su compañera, doña Minerva de Cocco.
Don Miguel era un buen padre.
Don Miguel ayudó a muchos jóvenes que hoy son profesionales por sus aportes, consejos y solidaridad.
Don Miguel amaba a su país.
Don Miguel fue un revolucionario en los tiempos más difíciles de la nación.
Don Miguel tenía excelentes relaciones con personas humildes de los pueblos.
Don Miguel nos enseñó con ejemplo, que se puede ser un gran servidor público con honradez.
Nunca será olvidado
Escribo esta entrega de hoy, con una dedicación especial para la juventud y nuevas generaciones, para que tengan un buen comportamiento en la sociedad y para que imiten la conducta y el ejemplo de vida de Miguel Cocco.
Tengo anécdotas y vivencias de Miguel, para hacer un extenso libro, sin embargo, me interesa resaltar el elevado concepto que tenía Miguel Cocco de la amistad.
iempre estaba al lado de las mejores causas y sirvió siempre de intermediario para fortalecer las relaciones de sus amigos. Recuerdo a Miguel, con su eterna sonrisa, su gran optimismo de la vida, pero sobre todo, por el amor intenso que sentía a sus familiares. Mi amigo y hermano, Miguel Cocco, fue un ser humano extraordinario. Se crecía en los momentos de crisis y nunca hacía públicas las grandes ayudas que ofrecía a los más necesitados.
Ya han pasado 12 años y lo recordamos, por su eterna preocupación por ayudar a los demás y sus largas charlas en procura de que la República Dominicana fuera un mejor país, con salud y educación para todos.
hasta mañana, si dios quiere, dominicanos.