Opinión

Mujeres de febrero

Mujeres  de febrero

Susi Pola

El sexismo dominicano, doctrinario, apasionado, ferviente, intolerante, resistente e intransigente, ha sido mal agradecido a la hora de reconocer a quienes fundaron nuestra patria y solo vio a los hombres de febrero, los elevó hasta la exaltación de Padres de la Patria y negó a la historia la mitad femenina de la gloria nacional.

Esta ilógica ignorancia de la cultura patriarcal, convierte las acciones en desigualdades, las desigualdades en injusticias y las injusticias en violencia, repitiendo lo de ayer, también hoy, por la ausencia de mecanismos ideológicos e internos de conciencia justa, en cada una de las personas, hombres o mujeres, cuando reciclamos los mitos y estereotipos machistas, sin reflexión. Como se acaba de hacer con la Ley Electoral recién promulgada.

La falta del reconocimiento histórico de las mujeres es una violencia latente, disfrazada y oculta por cientos de mitos y creencias, de la que resulta la ignorancia y falta de crédito a las acciones femeninas, iguales en número y en intensidad que las masculinas. (¡Y de burla, tenemos grandes avenidas que honran masculinos próceres de imperios que nos subyugaron, como Churchill, Lincoln, Summer y también otros prohombres latinoamericanos y más cercanos, olvidándonos de las inmoladas!).

¿Cómo es posible que María Trinidad Sánchez, no haya tenido a estas fechas las más grandes honras por su Amor a la Patria? Y decimos ella porque su patriotismo la llevó a ofrendarse como solo lo hacen los grandes espíritus, con energía, dignidad, orgullo, decencia, seriedad y nobleza.

Qué lapsus tremendo y dicotómico el de tener una paternidad patriótica tridimensionada y huérfana de madre, que hasta atenta contra la lógica legendaria del patriarcado, donde la familia se compone y “normaliza” solo cuando conviene a los intereses de la misoginia. De lo contrario, como en este caso, se designa lo femenino como ausente y su figura se esconde en un baúl de recuerdos apretujados y arrugados por el hacinamiento, que el sentido común, el razonamiento y la sensatez, sacan al aire de vez en cuando.

Como en el febrero de nuestra Patria, cuando Baltasara de los Reyes, Juana Saltitopa, Concepción Bona, María Trinidad Sánchez, Rosa Duarte y Diez, Petronila Abreu y Delgado, Micaela de Rivera de Santana, Froilana Febles de Santana, Rosa Montás de Duvergé, Josefa Antonia Pérez de la Paz (“Chepita”), Ana Valverde, María de Jesús Pina y Benítez, y tantas otras se implicaron hasta la misma altura de sus compatriotas masculinos y más allá, ya que ser mujeres entonces era más difícil que ahora.

¡Es que, si decimos que existe democracia, hay que nombrarlas y reconocerlas!

El Nacional

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