Editorial

 Ni un paso atrás

 Ni un paso atrás

El arribo de una delegación de ejecutivos de Barrick Gold debería interpretarse como señal del interés que tendría esa multinacional por arribar a un acuerdo sobre el reclamo de revisión del contrato de  explotación de la mina de oro Pueblo Viejo, pero  aun así  conviene que el Gobierno se prepare para lo peor.

La misión de Barrick, encabezada por su copresidente John Lawson Thorton, releva a ejecutivos  locales  que han representado los intereses de esa multinacional en más de veinte reuniones con las autoridades   sin que  haya  salido humo blanco de entendimiento por la chimenea de las negociaciones, por lo que se ignora si esa avanzada viene con ramo de olivo o ataviada  con ropa de pelear.

Se insiste en que  derecho y razón están colocados  del lado del interés nacional, pues los términos del contrato vigente de explotación de ese yacimiento son absolutamente inaceptables, porque las circunstancias  financieras que lo motivaron han cambiado radicalmente a partir del incremento sustancial del precio del oro en los mercados internacionales.

Tal y como señaló el presidente Danilo Medina en su comparecencia ante la Asamblea Nacional el pasado  27 de febrero,  con la actual cotización del metal la Barrick recuperaría su inversión, de unos  cuatro mil millones de dólares, en  cuatro años,  tiempo durante el cual el Estado  dominicano  apenas percibiría unos US$300 millones,  escenario imposible de aceptar.

Es por eso que  se insta al mandatario y a su Gobierno a no dejarse intimidar y a mantener firme el criterio de que el oro de Pueblo Viejo pertenece al pueblo dominicano que debe recibir justo beneficio por la explotación de ese tesoro nacional.

Héroes

La hazaña de tres obreros que  lograron rescatar a dos niños   atrapados  por el fuego que consumió un apartamento del piso 14 de un edificio  del  ensanche Naco ha sido un conmovedor y valiente  acto de solidaridad que la sociedad toda está  en deber de  reconocer y aplaudir.

El pintor Juan Ruiz, el carpintero Yerdi  Mesa y el mezclador  Genar Tomas aunaron esfuerzo y voluntad para lograr salvar la vida de los  dos menores  que clamaban por auxilio desde una de las ventanas del  inmueble  envuelto en llamas.

Ruiz, un veterano pintor de edificios altos logró, con auxilio de sus compañeros, ascender hasta  el último piso y  rescatar a los niños de diez y dos años de edad, un acto de gran valentía y sentido de solidaridad que una sociedad  agradecida aplaude delirantemente.

 

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación