El campus de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) podrá reunir todas las condiciones para conmemorar acontecimientos históricos, pero de ahí a que sea el escenario oficial para las celebraciones hay mucha diferencia.

Si en el pasado su función se desnaturalizó por circunstancias políticas, lo que procede hoy es enmendar la desviación y de ninguna manera fomentarla.

La UASD es un centro de estudios que no debe apartarse ni por asomo de la investigación ni del proceso de formación de profesionales.

Ese es el camino que debe reclamársele que trille, pero en modo alguno que opere como centro para la celebración de actos patrios.

La UASD puede efectuar sus propias conmemoraciones, pero sin ser, como ha solicitado un grupo de ciudadanos, el escenario de las epopeyas patrias.

Sería más provecho exigir a la academia que eleve al máximo la formación de sus egresados no solo para que sean más competitivos en el mercado laboral, sino para efectuar mayores aportes al desarrollo económico y social del país.

La propuesta de que sea el escenario oficial de los actos patrióticos no deja de destilar su tufo populista.