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Nuestro parque

Nuestro parque

Eduardo Álvarez

El de Esperanza tiene, afortunadamente, quien le escriba. Preciado y valioso lugar cuya conformación y bucólico paisaje nos daban motivos para amar nuestros orígenes e inspirarnos en grandes ideas y sueños. Nos vio crecer y fuimos testigos de sus años de gloria. Jugábamos, de pequeños, bajo las sombras de frondosos árboles en medio de coloridos jardines cuyas verdes gramas siempre frescas nos invitaban a tendernos de espalda, incluso en verano.

Este parque -el original que evoca tan gratos momentos-, es apenas un recuerdo. Ni canta ni baila desde hace un par de décadas, carente ahora de la gracia que nos arrullaba y divertía. Fuente de alegría que se nos antojaba infinita hasta convertirse en lo que es hoy, resultado, acaso, de desaciertos de pasadas administraciones municipales.

Devino, en consecuencia, en una desolada explanada de cemento con intrincados muros y desniveles tan riesgosos como de mal gusto. Inapropiados para juegos y recreos infantiles. Desaconsejable para paseos y encuentros de amigos y enamorados.

Una labor de rescate, planteada en sus orígenes, sería ideal. Con lo cual, la comunidad se sentiría muy a gusto, comprometida e identificada con la magnífica gestión municipal a cargo del alcalde Freddy Rodríguez, quien ha contado con el apoyo decidido y constante del presidente Luís Abinader y de su partido el PRM.

También hacemos justicia si reconocemos la calidad y entrega del equipo de trabajo que acompaña a Rodríguez, cuya ingente tarea en la reapertura de la academia de música municipal constituyó una clara muestra de su dedicación y entusiasmo.

De manera que, hermanos esperanceños, a restaurar nuestro parque toca. Manos a la obra, que es una tarea de todos embellecer y acondicionar nuestro parque, sembrando y apadrinando un árbol* cada quien.