El Secretario General de la Conferencia del Episcopado Dominicano, monseñor Faustino Burgos Brisman, manifestó que el conflicto por la construcción de un canal en la parte del río Masacre que pasa por Haití debe ser abordado bajo el principio del diálogo, la buena vecindad, respeto a los tratados internacionales vigentes entre ambas naciones y sustentado en los estudios técnicos pertinentes que garanticen la no afectación del cause.
Monseñor Burgos Brisman manifestó que si las circunstancias actuales dificultan la eficacia del diálogo con las autoridades haitianas, se debe recurrir a otras instancias sociales en Haití, como por ejemplo, el obispo de la zona u otras organizaciones sociales, para desactivar cualquier intención de darle un matiz de falso nacionalismo a ese diferendo, ya que está demostrado que hay intereses ocultos atizando la situación.
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“La razón y el buen juicio nos invitan a sentarnos en la mesa del diálogo, incluso invitando otros interlocutores, como pudiera ser el obispo de la zona por donde pasa el río Masacre”, indica.
Recordó que en ambos países hay decenas de ríos que están siendo aprovechados, incluyendo con canales de riego, pero que este caso tiene la peculiaridad de que se trata de un río fronterizo, por lo que se debe ser riguroso con lo que establecen los acuerdos internacionales y los aspectos técnicos para no generar perjuicios a ninguna de las partes, sino que se trata de una relación “ganar-ganar”.
Monseñor Burgos Brisman fue enfático en pedir desestimar cualquier reacción bélica ante la situación creada e instó a evitar tomar decisiones movidos por la agitación de sectores irracionales.
“Como Iglesia entendemos que se debe procurar el diálogo, no soliviantar al pueblo, hablar con la verdad. El pueblo debe estar consciente de que no hay posibilidad de un conflicto bélico en esta circunstancia”, manifestó Burgos.
