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Operación Gavión en la frontera

Operación Gavión en la frontera

Militares vigilan frontera.

Al menos dos razones asoman sobre la necesidad de una vigilancia estricta en la franja fronteriza con Haití tras el deplorable asesinato del presidente Jovenel Moïse: evitar que los homicidas huyan a República Dominicana y que  una ola de violencia  impulse a nacionales de ese país a emigrar a esta parte de la isla.

Si las autoridades militares prescinden de la espectacularidad y cumplen su misión sin caer en atropellos sería más encomiable. Por ahora la mayor vigilancia ha sido dispuesta en la frontera de Dajabón, que ha sido cerrada por el Gobierno desde que trascendió el horrendo asesinato de Moïse por pistoleros que penetraron a su residencia.

Para llamar la atención o como parte de un nuevo esquema de acción y comunicación la vigilancia militar en la franja que separa a República Dominicana de Haití ha sido denominada “Operación Gavión”. Alrededor del magnicidio se tejen muchas incógnitas que los investigadores tendrán que aclarar.

En lo que se aclara el suceso este país tiene que blindar su frontera para impedir que los asesinos escapen a esta parte, así como para evitar un desbordante éxodo por la situación que se vive o por el estallido de una ola de violencia.

El suceso representa, por demás, otro toque de atención sobre la inestabilidad política y social que tradicionalmente ha apartado al vecino país de los senderos de la gobernabilidad y la democracia. El despliegue de militares en la zona fronteriza ha sido una decisión prudente ante la crisis en Haití.

El Nacional

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