Don Quijote, Celestina y don Juan Tenorio.-
La obra literaria tiene vocación de perpetuidad, o a eso se aspira, al menos. Las que cuentan hechos y enfocan conflictos sociales se valen de personajes, los cuales son como las personas, pero con los rasgos más acentuados. Tarea importante para autores de obras narrativas (novela, cuento…) y obras dramáticas (drama, comedia, tragedia…) es la caracterización de los personajes.
Tres obras de la literatura española han creado personajes que conviven en el mundo como si fuesen personas. De sus nombres se han derivado verbos, adjetivos y otros sustantivos que han engrosado el acervo de nuestra lengua.
Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes; La Celestina o la Tragicomedia de Calisto y Melibea, de Fernando de Rojas, y El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, son las obras a las que me refiero.
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, novela, se publicó en los inicios del siglo XVII (1605 y 1615). Tiene decenas de personajes, los principales de los cuales son Don Quijote y Sancho Panza.
Veamos las palabras derivadas del nombre del protagonista, de acuerdo al Diccionario académico:
El sustantivo /quijote/: 1. m. Hombre que, como el héroe cervantino, antepone sus ideales a su conveniencia y obra de forma desinteresada y comprometida en defensa de causas que considera justas. 2. m. Hombre alto, flaco y grave, cuyo aspecto y carácter hacen recordar al héroe cervantino.
Otros sustantivos /quijotada/ f. Acción propia de un quijote. /Quijotería/: 1. f. Modo de proceder de un quijote.
El adjetivo /quijotesco/ y su forma femenina tiene estas acepciones: 1. adj. Perteneciente o relativo a don Quijote de la Mancha.2. adj. Propio de don Quijote de la Mancha o de un quijote.3. adj. Semejante a don Quijote de la Mancha, por sus acciones o por su aspecto.
La mujer que posee las cualidades morales de un quijote es denominada /quijotesa/.
Los adjetivos aceptan convertirse en adverbios si se les agrega la terminación –mente, así nace el adverbio de modo /quijotescamente/: adv. Con quijotismo. Otro adjetivo es /quijotil/: Perteneciente o relativo al quijote.
¿Pero qué es quijotismo? (De quijote +-ismo): 1. m. Exageración en los sentimientos caballerosos. 2. m. Engreimiento, orgullo.
El escudero de don Quijote también ha generado palabras. El Diccionario registra /sanchopancesco, ca/:
1. adj. Propio de Sancho Panza, escudero de don Quijote. 2. adj. Falto de idealidad, acomodaticio y socarrón.
Celestina
Esta obra dramática, compuesta, en el XV, apareció inicialmente como La comedia de Calisto y Melibea. En ediciones sucesivas, predominó el personaje Celestina, una alcahueta cuyo rol en la trama es notorio.
Veamos las palabras que ha incorporado el Diccionario a partir de esta obra.
El sustantivo común /celestina/: Por alusión a Celestina, personaje de la Tragicomedia de Calisto y Melibea. 1. f. alcahueta (? mujer que concierta una relación amorosa).2. f. irón. Persona que facilita o promueve de manera encubierta contactos con fines políticos, comerciales o de otro tipo.
Y claro, el sustantivo /celestinaje/ nombra la acción de celestinear. Por igual /celestinazgo/ se refiere a la acción de celestinear.
Celestinear. Significa ejercer o practicar la función propia de una celestina.
También se tiene el adjetivo /celestinesco/ y su forma femenina con la significación de perteneciente o relativo al personaje de la Celestina o a una celestina. 2. adj. Propio de una celestina.
El burlador de Sevilla
El burlador de Sevilla recoge la historia de don Juan Tenorio, el personaje más universal del teatro español. Data de 1630. Esta obra de Triso de Molina tiene como personaje principal a un sujeto mujeriego y burlador de las mujeres.
El nombre del personaje de Tirso de Molina ha generado cinco palabras a nuestro idioma. Veamos: /donjuán/ (sustantivo) incorporada al Diccionario con el significado de “1. Seductor de mujeres. 2. m. dondiego”. Por igual el verbo /donjuanear/: “intr. Hacer de donjuán”. El adjetivo /donjuanesco, ca/ que significa “Propio de un donjuán o tenorio”.
Igualmente, el sustantivo /donjuanismo/ ha servido para nombrar el “Conjunto de caracteres y cualidades propias de don Juan Tenorio, personaje de varias obras de ficción”.
El quinto vocablo es /tenorio/, sustantivo masculino, con el que se denomina al “Hombre mujeriego, galanteador, frívolo e inconstante”.