Editorial

Pacto fiscal

Pacto fiscal

El pacto fiscal aprobado por la Unión Europea que limita al 3% del Producto Interno Bruto (PIB) el déficit anual a partir de 2013 es un mensaje que países como República Dominicana deben ponderar con mucha mesura. Porque el acuerdo implica, al menos para naciones como España, algo así como una camisa de fuerza.

Para alcanzar el objetivo la economía española, que cerró 2011 con un desbalance de un 8,5% y no en un 6% como decían las salientes autoridades, significará ajustes todavía más severos, que demorarían la solución de uno de sus problemas más acuciantes, como el creciente desempleo que afecta al 23,3% de la población.

Además de las remesas por la gran cantidad de dominicanos que residen en España, se trata también de uno de los principales mercados emisores de turistas de Europa hacia este país. De ahí que la austeridad a que está abocada la nación para cumplir el pacto fiscal de la Unión Europea repercutiría directamente en la economía criolla.

Pero el pacto para la estabilidad fiscal también plantea la necesidad de adoptar medidas preventivas frente a la crisis financiera que desde hace meses recorre el viejo continente. Y más después que el Gobierno optara por no prolongar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar ataduras en el gasto en el marco del proceso electoral.

A pesar de la retórica de las autoridades las perspectivas no son promisorias. Sólo basta con tomar en cuenta las limitaciones del aparato productivo y los problemas que ensombrecen las remesas y el turismo procedente de Europa a causa de la crisis que golpea ese continente.

De hecho, el FMI, en un seminario que celebró en Punta del Este, Uruguay, ha invitado a la prudencia a los países de la región. El mensaje es mayormente para economías que, por su dimensión, forman parte del G20, como la de Brasil, Argentina, México, Chile y otras que se han beneficiado de las importaciones de materias y productos alimenticios de China.

La Unión Europea estima que para restaurar la confianza en la economía se necesitan compromisos responsables, como el Pacto de Estabilidad y Crecimiento que limita el déficit fiscal a un 3% del PIB. Ha habido sus pataleos para la decisión que se ha impuesto como regla de oro.

En República Dominicana se espera, por lo visto, que culmine el proceso electoral para debatir hasta la conveniencia de una reforma fiscal. La posibilidad sugiere, con toda claridad, que el panorama no es ni remotamente como lo han pintado y que puede estarse incluso en presencia de una crisis, cualesquiera fueran los resultados.

Lo que ocurre en Europa y la prudencia recomendada por el FMI son dignos de la mayor atención por estos predios. Sobre todo, ahora.

El Nacional

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