Aunque todavía se ignora de dónde se obtendrían los recursos, el Gobierno anunció aumentos de salarios para médicos, enfermeras y agrónomos, clara señal de que aun en tiempos de vacas flacas y con algo de voluntad política es posible multiplicar panes y peces. El ministro de Salud, Freddy Hidalgo, informó que el presidente Danilo Medina lo autorizó a negociar un diez por ciento de aumento salarial para todos los servidores del sector salud, propuesta que fue aceptada por el Colegio Médico y demás gremios.
Un anuncio similar fue hecho por el ministro de Agricultura, Luis Ramón Rodríguez, quien no precisó el porcentaje del incremento de salario en favor de los agrónomos, que tendría vigencia a partir del mes de enero y que se presume incluiría a otros profesionales del sector agropecuario.
Esos anuncios sobre alzas de sueldos reeditan el dicho aquel de que cuando se quiere se puede y desmienten a quienes desde el Gobierno lanzaron balde de agua fría sobre servidores públicos al advertir que los ingresos adicionales para 2014 sólo alcanzarían para pagar deudas, sector eléctrico y educación.
Si posible ha sido identificar fuentes para financiar esos reajustes salariales, con mayor vehemencia hay que buscar recursos para sustentar un justo y necesario aumento salarial a guardias y policías, tantas veces prometido por las autoridades.El jefe de la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo, llegó a anunciar que el aumento de salarios “desde alistados hasta generales” sería aplicado en los próximos días, pero esa buena nueva ha sido ocultada por una nebulosa de silencio e incertidumbre, que requiere ser despejada cuanto antes.
Más cuidadoso, pero menos diligente ha sido el ministro de Defensa, almirante Sigfrido Pared Pérez, quien dijo que ignora si en el proyecto de Presupuesto General del Estado se habría incluido algún aumento en salarios del personal militar, que lo necesita como agua el sediento.
Médicos, enfermeras, paramédicos, agrónomos, guardias y policías encabezan la larga fila de servidores públicos que reclaman y merecen el beneficio de un aumento salarial, por lo que a ellos corresponden los primeros panes y peces del milagro que el Gobierno está obligado a realizar con el Presupuesto de 2014.
