Desde que un candidato gana la Presidencia, comienza en su entorno a barajarse nombres sobre los que serán los ministros, directores, jefes militares y policiales.
La selección de los militares que ocuparán las jefaturas y el director de la Policía son de los cargos que más llaman la atención de la sociedad.
El mayor empeño siempre se pone sobre la Policía, ya que bajo esta institución está la responsabilidad de la seguridad ciudadana en sentido general, este será responsable de crear una atmósfera de bienestar o violencia e inseguridad en el país.
Hay varias formas para un mandatario escoger al director de la Policía ninguna de estas responde a un esquema preestablecido, sino más bien a parámetros conductuales o criterios muy singulares de quien selecciona y de quien se escoge.
Independientemente del perfil psicológico o preparación que puede tener un candidato, el Presidente escogerá a su jefe policial por: conocerlo de forma personal, recomendación de algún familiar o miembro del partido, o por estar ligado al partido en el poder.
También puede ser escogido por sugerencia de algún grupo económico, por su currículo y accionar en una jefatura provincial o municipal (control de la delincuencia, “mano dura” y buenas relaciones publicas), pero sobre todo su escogencia es una cuestión política y personal.
No importa su capacidad ni su currículo, si es recomendado por alguien de mucha influencia, siempre y cuando no tenga cola que le pisen (algún problema anterior de corrupción, violencia extrema o intrafamiliar que haya trascendido de forma mediática) como se dice en el argot popular, este será el jefe policial.
Pero también es bueno señalar que no importa su capacidad, su preparación, su currículo, ni sus buenas intenciones, si es un hombre que no responde a los lineamientos del poder de turno, será un oficial que no ocupara ese puesto.
Nuevos tiempos
Hay que saber que en la actualidad, un mundo ampliamente abierto a los dispositivos electrónicos, la Internet, las redes sociales, los nativos digitales y la informalidad de la información, la escogencia del director de la policía variara por completo a los perfiles que se tenían en las décadas de los 60, 70, 80 y los 90.
Ya no hay comunismo, ni guerra fría, no hay inestabilidad política, ni guerrillas urbanas; en la actualidad hay políticos corruptos, rateros, ladrones de patios, asaltantes en las calles, violencia intrafamiliar, violadores de la ley a cada instante, y además hay sobre todo policías delincuentes.
Pero también hay en el presente, derechos humanos, sociedades organizadas, derechos civiles, respecto a los animales, respeto al libre tránsito, y derechos del individuo que no transgrede las leyes, pero sobre todo, hay redes sociales, ciudadanos empoderados y cámaras por doquier grabando cada hecho.
Largos períodos
El jefe policial que ha durado más tiempo en el poder lo fue el general Ludovino Fernández, quien estuvo tres años y medio en el puesto (en un primer período comprendido entre el 29 de noviembre de 1943 hasta junio del 1947), luego le sigue Máximo R. Bonetti Burgos que duró tres años y cuatro meses;
Otros que duraron un tiempo considerable fueron: Neit Nivar Seijas, con tres años y dos meses (desde mayo de 1975 a julio de 1978,). Pedro De Jesús Candelier estuvo tres años y una semana en el primer gobierno de Leonel Fernández y también fue jefe policial durante el mandato de Hipólito Mejía.
Períodos breves
Los jefes policiales que menos tiempo han ocupado el cargo, sin importar las razones de sus destituciones son: Rafael Bienvenido de Castro Ortiz, quien duro 18 días en el año 1962; Enrique Pérez y Pérez, estuvo un mes y una semana en 1996 (segundo período), su breve estadía se debió a la repulsa de la sociedad por su nombramiento días antes de las elecciones.
Policía
La palabra “policía” es definida por el diccionario de la Real Academia como: “Cuerpo encargado de velar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos, a las órdenes de las autoridades políticas de una nación (alcaldías o gobiernos).
Aunque el origen etimológico proviene del latín policía y del griego politeia, de donde viene la palabra “polis” que significa ciudad o ciudad-estado, con la cual se quiere significar lo relativo a la constitución de la ciudad, el ordenamiento jurídico del estado, gobierno y calidades cívicas del individuo.
Es bueno destacar que en la antigüedad el mantenimiento del orden en la ciudades era responsabilidad de los ejércitos, pero se afirma con cierta propiedad que la policía tuvo su origen en Roma, dos siglos antes de Cristo, cuando se creó un cuerpo de ediles con la función de custodiar el templo de Ceres en donde reposaban los archivos del estado y se encontraba la ley creadora del tribunado.
Lo que se dice
Que el director de la Policía despacha diariamente con el presidente de la República. Que después de un jefe policial ocupar el cargo por más de dos años tiene su retiro asegurado económicamente. Que dentro de esa organización grupos internos hacen saltar del cargo a quien no responda a ciertos intereses grupales, y cientos de cosas más…