Las muchas reservas sobre el plan anunciado por el Intrant para descongestionar el tránsito constituyen un desafío en torno al éxito del proyecto.
Las reservas no se limitan solo a la elaboración técnica del programa “RD se mueve”, sino a su aplicación. Salvo la restricción de los giros a la izquierda en intersecciones muy transitadas, la verdad es que no se ha visto mucha acción en el proceso.
Para colmo de males no cesan los tapones en avenidas en que los agentes de la Digesett gestionan a discreción o para privilegiar alguna vía el cruce por las intersecciones.
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Pero también abundan los vehículos estacionados en tramos prohibidos y sin que tampoco se vean las grúas para remolcarlos ni los agentes de la Digesett para fiscalizar a los conductores.
A pesar de las reservas, se pensó que la sola aplicación de la ley ayudaría por lo menos a corregir la anarquía, pero lo cierto es que a la fecha el pesimismo ha cobrado más fuerza.