Las agencias de prensa al servicio del imperio y sus aliados, que mienten sistemáticamente sobre lo que sucede en Venezuela y en otras partes del planeta, me acuerdan a la desaparecida UPI, engendro de la CIA para manipular la conciencia y la voluntad de millones de personas vulnerables a sus falacias.
Esas “informaciones” aviesas, bien acopladas con las de ciertos medios electrónicos, tienen el propósito de condicionar a la «opinión pública» para un golpe de estado contra Nicolás Maduro en la patria de Chávez y Bolívar.
El deber, entonces, es gritar a los cuatro vientos que el caos y el terror en Venezuela los provoca la extrema derecha neofascista bajo las órdenes de la CIA y de otras agencias imperialistas.
Ese pequeño grupo de la ultraderecha venezolana está al servicio de la conspiración, el caos, la inestabilidad y el golpe de estado. Su capacidad de acción emana del gran poder imperial. La historia de los halcones de Washington y de las derechas que le sirven en Latinoamérica, es la del golpismo contra gobiernos democráticos, el sojuzgamiento, y la obstrucción sostenida a la justicia económica y social.
Con la colaboración de las oligarquías derrocaron a Juan Bosch en nuestro país; a Salvador Allende en Chile y a Jacobo Árbenz en Guatemala; asesinaron a Jaime Roldós en Ecuador y a Omar Torrijos en Panamá.
Auspiciaron la dictadura de Trujillo en nuestro país; la de Duvalier en Haití; Batista en Cuba; Carlos Castillo Armas en Guatemala y Juan Vicente Gómez en Venezuela, entre otros conocidos verdugos.
El gobierno de Maduro ha ido desarticulando el golpismo, pero se mantiene la amenaza del terrorismo y de intervención militar directa del imperio en Venezuela, bajo el manto de pésimas historias para tontos.
Anulfo Mateo Pérez
anulfomateo@gmail.com
