Opinión

Plantas a carbón 2 de 3

Plantas a carbón 2 de 3

 Bernardo Castellanos

bacm25@elnacional.com.do

 

Cualquier atraso que se origine en la ejecución de las centrales, ya sea por causas imputables al Consorcio responsable o a la CDEEE, genera automáticamente un aumento en el monto de los intereses a pagar durante la construcción, situación que al margen de eventuales y posibles demandas que pudieran surgir por extensión del plazo contractual, implicarían un alza en el monto inicial de la inversión

Se ha informado que el tiempo para el suministro, instalación, pruebas, puesta en marcha y construcción de las obras civiles asociadas a las centrales a carbón sería de unos tres años, aunque no se dice a partir de qué momento es que se comienza a contar el plazo antes señalado.

Queda la impresión de que como ya se dio inicio protocolar a la construcción de las centrales a carbón, que el plazo esta corriendo y que para el 2016 las centrales estarían prácticamente listas para generar electricidad.

La experiencia en obras similares indican que el tiempo que se requiere para que una central a carbón del tamaño de las que se instalaran en la Republica Dominicana esté disponible para operación oscila entre cuatro y cinco años luego de que el contrato entre las partes haya sido negociado y firmado y que se haya producido el cierre financiero del proyecto.

Usualmente el cierre financiero de un proyecto de inversión y estructura de financiamiento del tamaño de las centrales a carbón anunciadas toma entre seis meses (escenario optimista) y un año (escenario más realista) luego de que el proceso de negociación y firma del contrato de suministro, instalación, pruebas y puesta en marcha entre el dueño del proyecto (en este caso la CDEEE) y el Consorcio ganador haya concluido
A la fecha no se conoce que ninguna de las dos condiciones señaladas anteriormente (firma de contrato y cierre financiero del proyecto) se hayan producido, por lo que luce ser muy optimista la información de que para el 2016 las centrales a carbón pudieran estar generando electricidad.

Uno de los objetivos y expectativas del proceso de licitación era el de producir una competencia técnica y de precios entre los diferentes potenciales proponentes y participantes. Debido a que solo una de las cuatro empresas o consorcios precalificados pudo alcanzar la puntuación técnica mínima exigida en los términos de referencia o pliego de cargos de la licitación, solo fue abierta una oferta económica para fines de evaluación. Esta situación produjo que el objetivo de poder tener una competencia de precios a través del proceso de licitación se perdiera

En el pasado la CDEEE no ha mostrado ser muy eficiente en el manejo de contratos asociados a la inversión en obras de infraestructura eléctrica. Como botón de muestra está el caso de la Central Hidroeléctrica Pinalito con una capacidad instalada de 50 Mw., la cual fue contratada en el periodo 2000-2004 por un monto de unos US$132 millones siendo inaugurada en el 2009 con un costo que superó los US$500 millones, casi cuatro veces más que el monto contractual inicialmente firmado en el 2000-2004 y sin que ese incremento de costo haya significado un incremento de la capacidad instalada.

Esperemos que en el caso de las centrales a carbón no se repita la amarga, triste y costosa experiencia de la Central Hidroeléctrica Pinalito.

El Nacional

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