Opinión

Plantas a carbón 3 de 3

Plantas a carbón 3 de 3

POR:  Bernardo Castellanos

bacm25@elnacional.com.do

 

 

De acuerdo a entendidos y conocedores del manejo de los temas de economía y deuda publica, el financiamiento de las centrales a carbón tendrá un impacto importante en la deuda pública del Estado ya que se estima que la misma podría pasar de 42% del PIB a alrededor de 54% del PIB lo que podría generar dificultades al Estado para la contratación de nuevos financiamientos y deuda publica.

Quizás el hecho anterior sea la explicación del por qué la anunciada carretera San Juan – Santiago o Cibao – Sur se piensa financiar mediante la figura del fideicomiso de los ingresos de los peajes de las autopistas que maneja el Estado. Mientras el hacha va y viene, el subsidio directo ejecutado en el 2012 y 2013 totaliza unos US$2,500 millones y para el 2014 el valor consagrado en el presupuesto es de alrededor de US$1,000 millones. La experiencia de los últimos cuatro años indica que el monto de subsidio que se consigna en el presupuesto al final resulta ser insuficiente y siempre se tiene que producir un incremento adicional que es consignado en el presupuesto complementario que se promulga cada año.

Para el 2014 las expectativas son de que la situación no sea diferente debido a la proyectada baja inversión de las distribuidoras en programas efectivos y eficientes de reducción de pérdidas y a los altos gastos corrientes de esas empresas y la CDEEE
Es previsible que al final del 2014 el subsidio directo entregado al sector eléctrico se sitúe entre los US$1,300 millones y US$1,400 millones lo que implicaría un monto adicional a incluir en el presupuesto complementario entre US$300 y US$400 millones
Si el Gobierno no toma la firme decisión de invertir recursos importantes en la reducción de las excesivas perdidas de las distribuidoras y de reducir los excesivos gastos corrientes de esas empresas y la CDEEE, tal y como tomó la firme decisión de contratar la construcción de las centrales a carbón, entre el 2014 y la fecha en que dichas centrales entren en operación (entre 4 y 5 años), el Estado podría estar erogando una suma total que oscilaría entre los US$5 mil y US$ 6 mil millones solo en subsidio directo al sector eléctrico, ya que de no hacerlo se corre el riesgo de que el País sufra apagones más intensos y frecuentes a los que se reciben en la actualidad.

Conclusión. La decisión del Gobierno de construir las dos centrales a carbón es una decisión correcta y acertada pero no suficiente para la solución definitiva del problema del sector eléctrico, ya que dichas plantas una vez entren en operación permitirán reducir el déficit financiero del sector eléctrico y de las distribuidoras, pero no lo eliminaran ya que la eliminación del déficit solo se lograra cuando las pérdidas totales de las distribuidoras (diferencia entre energía comprada a los generadores y facturada a los clientes) y el exceso de gastos corrientes de esas empresas y la CDEEE se reduzcan de manera drástica y las pérdidas totales se sitúen en un rango menor al 15%.

Para poder lograr una reducción drástica de los gastos corrientes de las distribuidoras y la CDEEE y reducir las perdidas totales del sistema, el Estado debe tomar la firme decisión tal y como lo hizo con las construcción de las centrales a carbón, de invertir importantes recursos económicos en el sistema de distribución.

El Nacional

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