La entrega a la sociedad de los primeros mil 16 policías formados bajo el esquema de la reforma, modernización y transformación de la Policía Nacional, que impulsa el presidente Luis Abinader, es un suceso histórico que marca su gestión y una prueba tangible de indiscutible avance en la dirección correcta.
Los ojos de la sociedad, como expresó el mandatario en la juramentación y graduación de los agentes en la escuela de Gaspar Hernández, están puestos en este grupo novedoso, entrenado para marcar diferencia como guardianes de orden público, seguridad y para el combate efectivo del delito y sus ejecutores.
No son expresiones huecas ni demagógicas, indican la voluntad de Estado por primera vez para la transformación del cuerpo policial desde la base misma de sus recursos humanos, con depuraciones desde el ingreso y con un programa de formación nuevo, orientado al servicio de policía y protección ciudadana.
En este proceso firme, irreversible y bien concebido, se pretende graduar 20 mil patrulleros en cuatro años y, en paralelo, ofrecer cursos complementarios a los actuales oficiales superiores y subalternos que deberán actualizarse en las materias del modelo de policía que requiere la sociedad dominicana de hoy.
Tres aspectos, señala el presidente Abinader, son ejes de este proceso y tocan la educación y formación, la operatividad y modernización, y el área administrativa y financiera, todos permeados transversalmente por la integridad y transparencia de cara a la población, bajo el nuevo lema de servir y proteger.
La graduación de los “policías de la reforma”, como ellos con orgullo se autodenominan, es sin dudas un paso de avance, prueba palpable del trabajo que se realiza con el apoyo, firmeza y voluntad política de Abinader para dejar atrás viejas prácticas y lograr la impostergable transformación policial como garantía y soporte de la paz ciudadana para fortalecer la convivencia democrática.