Ante una tasa de positividad del coronavirus en el Distrito Nacional que gira alrededor de un 16% y con los retrocesos en la batalla contra la pandemia que se han verificado en varios países la precaución es más que necesaria en sectores como el educativo.
No se puede jugar con la realidad sobre la base de la vacunación ni de los resultados, por más auspiciosos que sean, del cumplimiento del protocolo sanitario. Ha sido tras la flexibilización de las restricciones que en países como Chile, que se erigió en ejemplo con la rapidez y la cobertura de la vacunación, que los contagios han vuelto a dispararse.
El Gabinete de Salud, que coordina la vicepresidenta Raquel Peña, tiene que redoblar los esfuerzos para bajar la tasa de positividad en el Distrito Nacional a menos del 5% para que la docencia presencial se reinicie cuanto antes.
Con todo y la educación virtual y a distancia, es mucho el tiempo que se ha perdido con el cierre de los planteles a causa de la pandemia. Para no trillar la suerte de los países que han tenido que cerrar las escuelas por el rebrote de la pandemia lo más sensato por aquí es no precipitarse y ajustarse al programa que se acordó en torno al reinicio de la docencia.