Antes de la escritura, el hombre depositaba la memoria en un saco roto. De ahí que cuando entrevistaron por primera vez a los entonces muchachos creadores de Google, Larry Page y Serguéi Brin, quisieron romper el paradigma al decir, que ya la historia de la humanidad no se podía dividir antes y después de la escritura, sino antes y después de Google.

Pero es todo lo contrario, lo que hizo grande a Google fue la escritura, ya que es a través de los titulares de los contenidos que ha subido el hombre a la web, que el gigante del internet pudo captar y envasar el conocimiento de la humanidad. Nunca antes la información y el conocimiento había estado al instante, pero no solamente se debe a Google, sino precisamente a la misma escritura.

Decía el escritor argentino Jorge Luis Borges, que todos los órganos del cuerpo humano tienen extensiones, excepto el cerebro, cuya única extensión, según él, es la escritura.

A esto hay que agregarle que para sus respectivas interpretaciones la imagen, el sonido y la voz cuentan cada uno con un órgano en el cuerpo humano: La vista para la imagen, los oídos para el sonido, el audio, y todos los constituyentes de la boca que hace posible la voz humana.

Decía en una entrevista con Julito Hazim en estos días el doctor Héctor Guerrero Heredia, que la tarea de todos los médicos era veterinaria, que la excepción era el psiquiatra, que trabaja con el cerebro humano, distinto en sus funciones al resto de los animales. La escritura, que no fue un instrumento de la evolución como la voz, la vista y el oído, sin embargo, encontró un órgano donde alojarse, que ha sido el cerebro.

El escritor ruso León Tolstói sentenció: “Si describes tu aldea serás universal”. Eso fue lo que hizo Bosch, lo que explica que en el día de su natalicio este 30 de junio, los dominicanos en 23 provincias se preguntaran sobre El Maestro.