Sombras
El balance de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) sobre este 2013 ha sido tan demoledor, que las autoridades deben tomar notas.
Según su vicepresidente Servio Tulio Castaños Guzmán, a causa de la corrupción, la deficiencia del Congreso y la Cámara de Cuentas en la fiscalización de los recursos públicos, el clientelismo y el paternalismo, los dominicanos se quedaron con el anhelo de vivir en un Estado democrático pleno. Censuró que a través de esa infamia que representa el barrilito de los senadores y los privilegios de los congresistas se escapen valiosos recursos que podrían utilizarse para la seguridad ciudadana o cubrir el déficit que limita las operaciones del Gobierno.
En su evaluación, Finjus lamenta, con razón, que en este 2013 no se pudiera avanzar en el camino de reforzar el sistema de representación política que sustenta la democracia siquiera con la aprobación de la Ley de Partidos Políticos. Aunque no se le haga el menor caso, la fuerza del señalamiento lo hace por lo menos constar en acta.
El Nacional
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