Reforma

El director de Impuestos Internos (DGII), Magín Díaz, ha planteado que el Código Tributario necesita una reforma urgente.

Pero se ha ocupado de aclarar que esa urgencia no significa imponer ni sancochar el proyecto, sino que tiene que hacerse sobre la base del consenso y sin populismo político ni corporativo. La responsabilidad con que el funcionario ha expuesto la necesidad de la reforma motiva sus inquietudes, por múltiples razones.

Pero antes que escarceos estériles, en ocasiones hasta para ganar rédito, lo importante es enfrentar la realidad.

Y reconocer que un código que está vigente desde 1992 requiere, más que remiendos, una reforma profunda, acorde con la economía y la sociedad de hoy, pero que privilegie los intereses nacionales sobre los particulares. La reforma planteada por Díaz debe ser colocada en la agenda de la clase política.