Editorial

¿Privatizar?

¿Privatizar?

El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Manuel Diez Cabral, ha transmitido el deseo del sector privado de operar el  subsector  eléctrico, aunque dijo que  aún no hay un mecanismo definido ni se ha propuesto algún plan para transferir las empresas de generación y distribución eléctrica a manos particulares.

Sin presentar ningún plan de rescate o recuperación, el dirigente empresarial  cree que lo mejor sería  hacer un estudio que explique “de manera inteligente” cómo  se debe pasar el sector eléctrico al sector privado “para que deje de ser una carga para el Estado”.

Diez Cabral  fue  franco al señalar que  “… el sector privado ha entendido que el sector eléctrico, como muchos otros sectores, debe estar en manos del sector privado”,  aunque  señaló que esa transferencia o privatización sería posible  cuando el Gobierno concluya “el proceso de estabilización y mejoría” de las empresas generadoras y distribuidoras de electricidad.

Dicho en otras palabras, el presidente  del Conep expresa el interés del empresariado privado  de  agenciarse el control de las empresas eléctricas, pero  confiesa que  no se dispone de un plan específico  encaminado a conjurar la dilatada crisis del  subsector eléctrico.

No se entiende, entonces, cuál sería la garantía de éxito que tendría un eventual traspaso al sector privado  de la industria eléctrica, máxime cuando  pone como condición para  ejercer ese control que concluya “el proceso  de estabilización y mejoría”, que  ejecuta el Gobierno.

Tampoco se entiende cómo el subsector eléctrico dejaría de ser una carga para   el Estado, como  sugiere el presidente del Conep, sin conjurar  las millonarias  transferencias desde el Presupuesto Nacional para  afrontar sus elevados déficits operacionales, que superan los 750 millones de dólares anuales.

La historia de la privatización o capitalización de la industria eléctrica no ha tenido nunca final feliz, por lo que  si se pretende  desde el litoral privado el control  absoluto de ese sector estratégico de la economía, se requiere de un argumento más valedero que el expuesto por el presidente del Conep.

No parece gracioso que  las empresas distribuidoras de electricidad privatizadas y nuevamente estatizadas en estado de virtual quiebra, regresen   al sector privado  cuando estén totalmente saneadas o que  se procure  completar  el estado de privatización a generadoras que nunca han perdido un solo centavo. Así no.

El Nacional

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