Hemos visto como miles de mujeres han optado por dejarse el cabello al natural y esta tendencia ha traído consigo la decisión de dejar a un lado los productos químicos para el cuidado del cabello e irse por lo más saludable: los productos orgánicos.
Al alcance de nuestras manos y como regalo de la naturaleza, tenemos una gran cantidad de ingredientes variados que pueden ayudar a nutrir, reparar las puntas y combatir la caída, así como la caspa. Este es uno de los motivos por el que se han convertido en tendencia y cada día van ganando más territorio en el mercado de la belleza.
La especialista en productos para el cabello, Yelena Bidó, afirma que los productos orgánicos son aquellos que conservan su esencia natural debido a que no se alteran con ingredientes artificiales, por lo que evitan consecuencias en la salud de los consumidores.
Agregó que su auge se debe a que “ahora que estamos en la era de la tecnología la sociedad se ha vuelto más consciente y con más conocimientos sobre los daños que recibe su cuerpo por el consumo de productos químicos. Sobre todo, las mujeres que estamos cuidando más nuestra imagen y nuestra salud, además que siempre hemos tenido conocimiento sobre las bondades de los productos naturales”.
¿Qué debemos tomar en cuenta a la hora de elegir un producto natural? Bidó, creadora de la línea de productos para el cabello, “Yelena Plus”, explica que primero va a depender de la necesidad de cada consumidor. “Es importante verificar la fecha de elaboración, el color, el olor, el público a que va dirigido, los beneficios y por último y no menos importante recurrir a la recomendación”.
Además de lo mencionado por la especialista, debemos conocer si somos alérgicos a algún nutriente natural, para evitar irritaciones y efectos negativos en nuestro cuerpo.
“Los productos orgánicos garantizan resultados visibles hasta en un mínimo de dos semanas dependiendo la frecuencia de la aplicación del mismo y la necesidad de cada quien”, enfatizó.
¿Hay diferencia?
Aunque no lo creas, sí hay una diferencia. Los productos naturales pueden pasar por procesos de laboratorios, no conservan en un 100% su estado natural, mientras que los productos orgánicos proceden de producción ecológica están protegidos y libres de derivados del petróleo, fertilizantes, entre otros.
