Los inspectores de Migración detenidos por supuesta vinculación con el narcotráfico y trata de personas representan otro bochorno en torno al cual tiene que darse un ejemplo. De mediar el tráfico de influencia o los intereses políticos entonces la impunidad, siempre que haya evidencias sobre la culpabilidad de los detenidos, se anotaría otra resonante batalla.

Son aterradoras las complicidades que se atribuyen a los inspectores, quienes, según la Procuraduría General de la República, operaban en contubernio con redes internacionales.

Las versiones que han trascendido indican que la investigación se inició después de una entrevista de un funcionario de la embajada estadounidense con el director de Migración, Rubén Paulino Sem.

Nadie duda de las implicaciones de inspectores de Migración en la salida de mulas y personas con documentos falsificados por los diferentes puertos. Pero los sometimientos tienen que estar bien fundamentados, para que no se caigan por falta de pruebas.