Editorial

Propuesta y advertencia

Propuesta y advertencia

La advertencia lanzada ayer por el presidente Luis Abinader en la XXVII Cumbre Iberoamericana, sobre el severo impacto de los graves desequilibrios fiscales y el endeudamiento sobre la región causado por la pandemia debe asumirse como un problema medular que también confronta la economía dominicana.

Ese preocupante planteamiento está avalado por la Comisión de Estudios Económicos de América Latina (Cepal), que ha referido que la combinación de incremento de la deuda pública y reducción de ingresos fiscales, acentúa la iliquidez en la región e incrementa los riesgos de convulsiones sociales.

Frente a ese escenario de endeudamiento y vulnerabilidad fiscal, el mandatario dominicano considera imperativo diseñar estrategias de gobernabilidad que avalen la estabilidad política y social de la región, que deberían sustentarse en la Agenda 2030, que propone promover prosperidad económica compartida, desarrollo social y protección ambiental.

Por la covid-19, se padece una grave emergencia sanitaria y la economía al borde del desplome, por lo que sería saludable que jefes de Estado y de Gobierno de la región asuman el planteamiento del presidente Abinader, de promover una gran alianza que facilite la recuperación postpandémica en camino a “un nuevo orden económico, justo, verde y sostenible”.

República Dominicana ha asumido la secretaría pro tempore de la próxima Cumbre Iberoamericana, a celebrarse en Santo Domingo en 2022, lo que agrega peso político y calidad diplomática a la advertencia del mandatario sobre los graves desequilibrios fiscales y elevado endeudamiento que heredarán las economías de la región.

En ese mismo foro gobernantes de América Latina denunciaron la discriminación prevaleciente en la distribución de las vacunas, para inmunizar a sus poblaciones ante la covid-19, lo que también constituye un valladar en los esfuerzos por relanzar las economías sumidas en la recesión.

Se confiere valor a la promesa del presidente Abinader de que República Dominicana promoverá un fondo de recuperación y reestructuración que sea la base de la gran alianza regional por el desarrollo, porque “no estamos abogando por ayuda humanitaria o por fondos de beneficencia”, sino por “una alianza para el desarrollo que nos permita transitar como región a un nuevo modelo productivo y redistributivo”.

Gobierno, sector productivo, clase política y sociedad toda deberían poner atención a lo advertido en Andorra por el presidente Abinader sobre los graves desequilibrios fiscales y el elevado endeudamiento causado por la pandemia, lo que trae consigo riesgos de convulsiones económicas y sociales.

El Nacional

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