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Propuestas

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Orlando Gómez

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En la actualidad en nuestro país el alcohol, el tabaco, las telecomunicaciones, los seguros y los cheques y transferencias electrónicas están sujetos al llamado Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), el cual pretendo atender en estos siguientes artículos. Los combustibles también tienen dos impuestos de similar naturaleza a este, pero ameritan ser abordados aparte. En esta ocasión me enfoco en proponer el aumento del ISC al alcohol y el tabaco, así como la inclusión de otros bienes y servicios, para luego tratar la eliminación de este impuesto sobre las telecomunicaciones, los seguros y los cheques y transferencias.

Los productos del alcohol pagan un 10% por concepto de ISC aplicado sobre el Precio Sugerido de Venta al Público, mientras que el tabaco paga un 20%, para el año 2021 estos impuestos recaudaron para el Estado dominicano $39,822 millones y $3,743 millones respectivamente. Mi propuesta es elevar el ISC del alcohol a 20% y el del tabaco a 50%.
Claramente esto representaría un reto de cara a la proliferación del contrabando y las ventas ilegales del alcohol y tabaco, pero a largo plazo esto tenderá a reducirse y es apropiado que el Estado, que ya asume costos de salud pública importantes derivados del consumo de ambos, recupere del consumo de estos los fondos suficientes como para mitigar el impacto de esos costos y algo adicional para sus inversiones de corto y largo plazo en la sociedad.

Más aún, el ISC que hoy se aplica al tabaco debería ser extendido a los cigarrillos electrónicos, “vapes”, hookahs y accesorios de estos, sin limitarse únicamente al tabaco tradicional, permitiendo expandir la base y el alcance del impuesto para también incluir este tipo de derivados que pueden ser igual de nocivos para la salud.

En adición al incremento del ISC para el alcohol y el tabaco se debe ponderar la introducción de un impuesto similar a la venta de billetes de lotería. Actualmente hay un impuesto específico que aplica a las ganancias en los juegos de lotería, pero queda espacio para gravar la acción de participar en estos, pudiéndose gravar con una tasa de 20% o más la compra de billetes de lotería.

Con más de 70,000 bancas de lotería registradas en el país, aplicar un ISC a las actividades realizadas en estas no sólo pudiera ser altamente beneficioso para la recaudación del Estado, sino que permitiría un mejor seguimiento del cumplimiento tributario de estas, lo que al día de hoy ha probado ser una tarea muy difícil para la administración tributaria.

El ISC ha probado ser un impuesto efectivo y de relativamente bajo costo de cumplimiento para el Estado que hoy representa uno de los más importantes en el total de sus recaudaciones.

Si bien entiendo que hay espacio para aumentar algunos de los ya existentes e incluso extenderlo a otros bienes y servicios en la economía, también creo que una reforma fiscal debe aprovechar para eliminarlo sobre servicios como los seguros, telecomunicaciones y transferencias bancarias, donde este no sólo no sirve para recaudar mucho sino que opera como una distorsión innecesaria.