La obra de gobierno del presidente Luis Abinader se deja sentir no solo en las realizaciones que, en diferentes areas, mejoran notablemente la calidad de vida de los dominicanos, sino también en el prestigio, confianza y buena fama que hemos alcanzado en todo el mundo debido a políticas públicas aplicadas en estos últimos dos años y medio.
El servicio exteririor, el comercio, la inversión y el turismo han resultado muy favorecidos por efecto de estos cambios merecedores del más alto recocoento y respeto por parte de los diferentes gobiernos y mercados de inversion en las diferentes regiones del planeta.
Bien servidas y mejor atendidas, las relaciones exteriores de nuestro país están en un momento estelar, haciendo provecho de la bien ganada marca país y sello de Hecho en República Dominicana. La fama y el prestigio con sus efectos contagiantes.
Los niveles en que Abinader ha posicionado la imagen de República Dominicana nos abre las puertas. Facilita así el desempeño de los miembros del servicio exterior, en cada una de nuestras representaciones diplomáticas, misiones consulares y oficinas comerciales.
Tendida así la alfombra roja que ofrece esta brillante ocasión, cada representante tiene en sus manos la oportunidad de acceder a los diferentes mercados y participar de ventajas contempladas en diversos acuerdos multilaterales, de los que estuvimos apartados hasta ahora.
Inmerso, junto al Presidente, en la tarea de recuperar la confianza y el respeto a nuestro país, el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, ha sabido acompañarse de un excelente equipo en los niveles altos, medios y básicos para poner en marcha una política exterior que ha cosechado sus frutos en diferentes áreas, como en el comercio e inversión, atención y cuidado a los dominicanos en el exterior, promocion cultural, así como el intercambio y aprovechamiento de avances científicos y tecnológicos.