Carlos Manuel Estrella
cmestrella_@hotmail.com
Mártir de la prensa
El asesinato de Orlando Martínez es un punto lúgubre de la historia del periodismo dominicano del siglo XX y a pesar del castigo tardío para los protagonistas materiales del repugnante suceso perviven interrogantes y el manto de impunidad cubre a quienes ordenaron callar su valiente pluma.
En el último tercio del sangriento período de los 12 años de Balaguer, en prima noche del 17 de marzo de 1975 un grupo de sicarios dirigidos por el militar Joaquín Antonio Pou Castro ejecutó el plan acabando con la vida del periodista cuando guiaba su auto hacia el campus de la UASD.
El régimen balaguerista buscó como dispersión para la opinión pública culpar a sectores políticos de izquierda y le fabricaron expediente a militantes opositores que debieron ir a prisión abusiva por meses mientras se protegía a los autores materiales e intelectuales, por decenios impunes.
Debieron transcurrir casi 25 años para que los ejecutores fuesen ubicados, arrestados, procesados y condenados en primer grado (1998) para luego seguir un proceso de apelaciones y revisiones hasta que la Corte Suprema de Justicia hizo definitiva la sentencia en 2007.
Si bien Pou Castro (20 años de prisión), Mariano Cabrera Durán y Rafael Alfredo Lluberes Ricart (30 años cada uno) fueron condenados según lo establecido por el Código Penal, así como Luis Emilio de la Rosa Beras, a pena cumplida como implicado, los autores intelectuales siguen protegidos.
A la distancia de 46 años, el asesinato de Orlando Martínez es máxima expresión de intolerancia política contra el periodismo responsable, clímax negativo de represión balaguerista a la prensa y ejemplo de la defensa de libertades públicas que nunca debe callarse aún a riesgo de la propia vida