La directora de Ética Gubernamental, Milagros Ortiz Bosch, matizó la descarga del presidente Luis Abinader con la Cámara de Cuentas al solicitarle al titular del organismo que reconsidere su renuncia, porque la decisión atrasaría el proceso de analizar y dar seguimiento a las declaraciones juradas de bienes de actuales y pasados servidores.

Para persuadir a Hugo Álvarez Pérez de la intención que anunció tras la fuerte embestida de Abinader, la funcionaria aclaró que al referirse a la Cámara de Cuentas el gobernante aludía a la percepción creada con el esquema de control impuesto por la saliente administración.

En una comunicación a Álvarez Pérez, la directora de Ética Gubernamental señala que la renuncia que anunció “retrasaría los resultados de las visitas realizadas por la Cámara de Cuentas a la Dirección de Impuestos Internos, la Bolsa de Valores y otras entidades financieras o registros de propiedad, y por lo tanto la tramitación ante la Procuraduría General de la República de aquellos que han faltado a su obligación de transparencia, aceptada como “compromiso ético” suscrito el 16 de agosto de este en el Palacio Nacional por el gabinete presidencial”.

Si no ha canalizado la decisión, lo más probable es que tras la petición de Ortiz Bosch, Álvarez Pérez la sopese.

Más cuando todavía está pendiente el informe de las auditorías a las obras de Odebrecht y otras investigaciones en curso. Sin dejar de reconocer que la solicitud representa una suerte de voto de confianza.