En un momento en que la covid ha disparado los niveles de pobreza y desigualdad, el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, no solo ha apelado a la solidaridad, sino que ha reprochado la indiferencia de los que más pueden con los más necesitados.
“Nos podemos adorar al crucifijo y vivir de espaldas al sufrimiento de los seres humanos destruidos por el hambre, las guerras y la miseria”, proclamó el religioso, quien también reprochó la vida rodeada de bienestar y confort sin condolerse del sufrimiento y la miseria “de nuestros hermanos”.
La apelación a la solidaridad ha cobrado fuerza frente al deterioro de la calidad de vida provocado en amplios segmentos por las crisis sanitaria y económica.
El clamor de monseñor Ozoria a favor de los más necesitados y contra la corrupción se ha convertido en una constante del clero católico.