Ahora que resultó eliminado el sistema electoral computarizado, el fiasco debiera ser propicio para las fuerzas cívicas auspiciar la firme determinación ambiciosa de reforma integral del Estado Dominicano, reduciendo de 31 a nueve provincias.
El período presidencial de seis años. Prohibida para siempre la reelección. El gobernante de un período no puede volver nunca más. Congreso Unicameral con nueve senadores electos.
Tres miembros la Cámara de Cuentas y la Junta Central Electoral; gobernadores provinciales, gobernador del Banco Central, jueces SCJ, TSE y TC, tres cada uno, elegidos en elecciones, todos por seis años. Prohibido repetir. Solo destituidos renuncia, muerte o comprobadas faltas graves.
Los partidos políticos que no superen el 30% de las votaciones en las elecciones quedan automáticamente eliminados de los subsidios de la JCE.
Regidores honoríficos, conforme fue por mucho tiempo. Ningún funcionario debe percibir salario superior al presidente de la República, que será de RD$500 mil, suprimiendo todos sueldos superiores.
Eliminación fulminante y definitiva de las dotaciones económicas ilegales y corruptas, legisladores de barrilitos y cofrecitos.
Plan Social Presidencia, Inespre, Promese, medicinas hospitales, crear una comisión con un miembro del Conep, Iglesia Católica, Evangélica y Testigos Jehová.
Reducir el Ministerio Defensa a dos mil efectivos del Ejército, mil Armada, igual Fuerza Aérea.
Un solo general una estrella cada arma, ministro dos, rango mayor general. La restante tropa debe pasar a la reserva susceptible de llamado urgente en casos de emergencia y desastres naturales.
El retiro a la vida civil al cumplir los 20 años servicio. Coroneles comandantes guarniciones. Dos años comandos tres armas, jamás exceder tiempo, igual ministro, que será siempre civil.
Nóminas 35 mil efectivos economía aplastante e innecesaria, porque nunca iríamos a una guerra con Haití, impedirían EEUU, OEA, ONU, Unión Europea, Watch Tower y Human Rights.
El momento histórico diferente entre el 2 y el 5 de octubre 1937, cuando el generalísimo Rafael Leónidas Trujillo dispuso abominable genocidio, pereciendo entre tres mil y cinco mil haitianos ocupantes ilegales del territorio dominicano.
Policía Nacional quince mil miembros, un solo coronel director, y tenientes coroneles comandantes regionales. Retiro a la vida civil a los 20 años de servicio. Diseño insignias diferentes a militares.
División territorial
Conveniencia prioritaria de reformar el régimen de provincias, reducirlas de 31 a nueve, cuatro más originales cacicazgos cuando Cristóbal Colón avistó por primera vez este continente el 12 octubre de 1492, que eran Marien, Maguá, Maguana, Jaragua o Higüey y Bohechío.
El siete de diciembre de 1507, el rey Fernando El Católico de España dispuso crear en La Española las villas de Santo Domingo, Concepción de La Vega, Santiago, La Buenaventura, Compostela de Azua, San Juan de la Maguana, Puerto Plata, Bonao, Puerto Real, Nuestra Señora de la Vera Paz, Salvaleón de Higüey, La Yaguana, Bayahajá, Villanueva del Yaquimo, Salvatierra de la Sabana, Santa Cruz de El Seybo y Lares de Guahaba.
Eran reducidos villorrios una docena casuchas construidas con palma real, techos yaguas, yarey o canas, piso de tierra, testigos presencia y dominio de España.
Cuando se proclamó la República el 27 febrero 1844, la división territorial eran cuatro provincias, Santo Domingo, Norte, Santiago o Cibao, Sur, Azua, y Este El Seybo.
En 1902 las provincias eran doce. Jacinto José Peynado propiciaba cinco. En 1932 trece. En 1939 diez y seis.
El historiador Wenceslao Vega Boyrie publicó en Diario Libre, el 30 de enero de 2014 un artículo concerniente a la división territorial, proponiendo que se límite a 16 provincias.
El escritor Tirso Mejía Ricart postuló reducir la división política nacional en nueve provincias, artículo publicado en La Información el 23 septiembre de 2000, estructuradas así:
Primera provincia: Santo Domingo o Capilla
Segunda: Subcentral o Valdesia, integrando a San Cristóbal, Peravia y Monte Plata.
Tercera: Este o Yuna, completada por SPM, La Romana, La Altagracia, El Seibo y Hato Mayor.
Cuarta: Norcentral o Cibao, Septentrional, comprendiendo Santiago, Puerto Plata y Espaillat.
Quinta: Central o Cibao Meridional, formada por La Vega, Monseñor Nouel y Sánchez Ramírez.
Sexta: Nordeste o Cibao Central, integrada por Duarte, Salcedo, María Trinidad Sánchez y Samaná.
Séptima: Noroeste o Cibao Occidental, compuesta por Valverde, Santiago Rodríguez, Montecristi y Dajabón.
Octava: Oeste o El Valle, formada por Azua, SJM y Elías Piña.
Novena: Suroeste o Enriquillo, estructurada por Barahona, Pedernales, Bahoruco e Independencia.
La excesiva división provincial, bicameral, militares y policías, drena cuantiosos recursos dilapidados aupados por nociva práctica política clientelar, que deberán orientarse a educación de calidad, formando profesores capaces, centros salud modernos, ampliando Senasa de 3.4 millones la totalidad que necesita servicio médico, ampliar infraestructuras de riego, saneamiento medioambiental, creando soluciones industriales de desechos sólidos, protegiendo el manto acuífero y las cuencas de los principales afluentes, gravemente agredidos y polucionados periferias del GSD, Jarabacoa, Santiago, Moca, Licey, La Vega, SPM y SFM.
Los partidos políticos que no superen el 30% de las votaciones en las elecciones serían eliminados.
¡Todo es posible con recursos propios. Sin deudas. cojollo!
Concretizar la reforma del Estado Dominicano con estas ponencias, es preciso disponer de gobernantes como José Bordas Valdez, Rafael Leónidas Trujillo, Joaquín Balaguer o Antonio Guzmán, con sobradas testosteronas para concretizar apremios nacionales impostergables, o surgir un inesperado tercer coronel inspirado para desposarse con la gloria, haciendo caso omiso a los dos coroneles que intentaron desposarse con la gloria, Rafael Fernández Domínguez y Francis Caamaño, terminaron asesinados.
El autor dedica este trabajo a Tirso Mejía Ricart.