Santo Domingo.- Reconociendo la necesidad de seguir trabajando para impulsar en el país el desarrollo de un modelo de atención integral en salud que garantice el acceso equitativo y de calidad de la población, basado en la estrategia de atención primaria y en un primer nivel de atención con alta capacidad resolutiva, donde la salud sea un derecho y haga énfasis en las personas, la familia, la comunidad y en su medio ambiente como forma de mejorar la calidad de vida de las poblaciones.
Para alcanzar las aspiraciones de tener un sistema de salud con las características que arriba reseñamos contamos con dos leyes de suma importancia que pueden servir como ideas impulsoras de dicho proceso, como las 42-01, o Ley General de Salud y la 87-01, que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social.
El desarrollo de un modelo de atención integral en salud es crucial para un sistema equitativo y de calidad
Sin entrar en detalles, sabemos que dichas leyes requieren de una revisión para lograr, entre otras cosas, la consolidación de un sistema de salud basado en la Estrategia de Atención Primaria y Redes Integradas de Servicios de Salud con un primer nivel de atención de amplia capacidad resolutiva.
Estas reformas cobran mayor justificación ahora con el cambio que va experimentando el perfil epidemiológico del país con el aumento de la esperanza de vida, disminución de las enfermedades infecto contagiosas y aumento sostenido de la prevalencia de las enfermedades crónicas degenerativas no transmisibles, cuyos registros evidencian que el XXI será el siglo de las enfermedades catastróficas, llamadas así debido al alto costo que demanda la atención y el estado emocional en la que quedan los familiares de los pacientes que la padecen.
En el país, atender un paciente con cáncer está costando cada año más de cuatro millones de pesos solo en acceso a medicamentos, igual sucede con los pacientes con enfermedades autoinmunes y raras.
La industria farmacéutica, que en los últimos veinte años ha jugado un papel importante en la innovación para la creación de nuevas moléculas que mejoran la calidad de vida de los pacientes, para este 2025 sufrirá el fenómeno conocido como “el abismo de patentes”.
La expiración de patentes ofrecerá oportunidades para la producción de medicamentos biosimilares en República Dominicana
Más de cien medicamentos innovadores de los 365 existentes hasta la fecha quedarán sin patentes este año. Esta podría ser una buena oportunidad para la gestión farmacéutica local si la sabemos aprovechar.
Será un fenómeno que podría permitir la fabricación de medicamentos biosimilares y bioequivalentes, tratamientos que son más accesibles para la población y más sustentables para un sistema de salud como el de la República Dominicana.
La aceptación y uso de los biosimilares crece cada vez más. En Europa, por citar un ejemplo, hasta abril de 2025, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) había aprobado 110 biosimilares.
Los biosimilares certificados corresponden a más de 25 principios activos, abarcando áreas terapéuticas clave como oncología, enfermedades autoinmunes, diabetes y oftalmología, habilitándolos para su intercambiabilidad y reduciendo el costo de los medicamentos en casi un 80%. Lo mismo está sucediendo en China, la India, en Suramérica y en regiones enteras que ya aprobaron reglamentaciones para la intercambiabilidad y uso de los biosimilares.
Esta cifra refleja el crecimiento continuo del mercado de biosimilares en Europa, impulsado por políticas regulatorias sólidas y la expiración de patentes de medicamentos biológicos innovadores.
En los Estados Unidos, país donde había más resistencia para el uso de los biosimilares debido a los múltiples juicios entablados en los tribunales por las casas farmacéuticas, la pasada semana el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva solicitando a la FDA agilizar la aprobación de los medicamentos genéricos y biosimilares.
Hasta abril de 2025, la FDA ha aprobado más de 50 medicamentos biosimilares, según los registros actualizados disponibles. Estos productos cubren una amplia gama de terapias, incluyendo tratamientos para cáncer, enfermedades autoinmunes, diabetes y trastornos óseos. La lista ha crecido significativamente en los últimos años debido a esfuerzos regulatorios para fomentar la competencia y reducir costos en el mercado farmacéutico.
Se requieren mesas de trabajo para discutir el registro y producción de medicamentos y garantizar acceso universal a tratamientos
Todo es cuestión de tiempo, quedarnos rezagado no es opción El gabinete de salud, que encabeza la vicepresidencia de la República, puede tomar la iniciativa y formar varias mesas de trabajo con el objetivo de iniciar los debates para discutir temas como el registro, adquisición y fomento de la producción de medicamentos; la creación de una ley que garantice todo el proceso de gestión de medicamentos incluyendo el uso de los biosimilares y la regulación de la intercambiabilidad, entre otros temas.
En esas mesas de trabajo deben estar presentes además de las autoridades sanitarias y de la seguridad social, las asociaciones de pacientes, colegio médico y sociedades médicas especializadas, universidades, industria y comercio, compra y contrataciones, industria farmacéutica, y Digemat, entre otros.
En un diálogo franco y abierto, la discusión debe buscar garantizar en el país la seguridad farmacológica y la sostenibilidad y acceso universal a los fármacos de calidad, sin olvidarnos del desarrollo de un Modelo de Atención que garantice la atención integral de salud.
Por Carlos Sánchez