Por: Felipe Lora
En los pasados artículos titulados “Voces por un Frente Alternativo y Revolucionario” y “La Hora de la Unidad es Ahora” compartí, con los interesados, los gritos unitarios de las diferentes organizaciones y personalidades de la Izquierda. El objetivo, en la mayoría de los casos, es guiar el sentimiento antiimperialista que existe dentro del movimiento, con la intención de hacerlo desemboscar en las demandas y reclamos locales, donde produzcan un desbordamiento nacional que facilite la conquista del gobierno y luego la toma del poder por parte de la Izquierda y los trabajadores.
Basado en algunos comentarios y comunicaciones recibidas me veo en la obligación de aclarar los siguientes puntos:
Debemos unirnos para ganar. La unidad, o mis alusiones a las mismas son unirnos para ganar. Es imprescindible mostrarle al pueblo que somos capaces de llegar a algún acuerdo unitario y que estamos capacitados para trabajar, en forma coordinada, para ganarnos la confianza de las organizaciones obreras y populares y del pueblo.
Una vez lograda esta meta podremos, con acciones y decisiones que vinculen los miembros de esas organizaciones en posiciones de liderazgo, ganarnos su apoyo incondicional hasta confundirnos con ellos en una sola voz.
La Izquierda con el apoyo de los trabajadores y los trabajadores con el apoyo de la Izquierda. Por ejemplo, en nuestra eventual participación electoral, la gran mayoría de nuestros candidatos deberán ser elegidos entre los miembros de las organizaciones populares y obreras.
Una vez terminada la primera fase, el Frente deberá contar con el apoyo de una gran parte del pueblo y con un gran poder de convocatoria. Con esta nueva capacidad convocadora y con la experiencia obtenida durante la primera fase, el Frente estará en posición de reclamar el primer lugar dentro de la oposición y, usando la experiencia y los aliados ganados, podrá negociar, en sus propios términos, la unidad electoral con la izquierda no creyente.
O sea, ganarnos el pueblo para unir el resto de las fuerzas revolucionaria y progresistas en la oposición.
Participar para ganar el Gobierno. En esta fase, quizás con algunos representantes en los gobiernos locales y a nivel nacional, el Frente deberá hacer prioridad la relación Izquierda-Obreros para dejar claro su carácter fundamentalmente clasista.