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Repartición de canastas

Repartición de canastas

Las personas que reciben cajas durante el período de navidad no resuelven su problema social y económico, pues simplemente se les dota de alimentos durante uno, dos o tres días. El resto del año, hablo de 362 días, retorna el déficit de nutrientes, al tratarse de gente con trabajos informales o con empleos en los que no perciben ni la décima parte del costo de la canasta familiar.

Esa repartición, regularmente hecha por el gobierno o por candidatos a puestos electivos, tiene la agravante de que se hace con la finalidad de comprar la conciencia de la gente. Y el objetivo se logra en un porcentaje considerable, porque para una persona de baja escolaridad el bueno es el que da algo material, no importa que sea un funcionario ladrón, un narcotraficante o alguien que se dedica a los juegos de azar y al estímulo del vicio.

Para el suscrito la repartición de cajas navideñas, en fecha cercana a un certamen comicial, es tan nociva como la compra de votos y de cédulas, por lo que debería de incluirse dentro de los delitos electorales, porque se está condicionando al elector a sufragar por determinados partidos y candidatos. Es una forma de coartar la libertad del sufragante.

El Art. 22 de la Constitución de la República trata sobre derechos de ciudadanía. Y el numeral 1) señala: “Elegir y ser elegibles para los cargos que establece la presente Constitución.” Es un derecho igualitario en teoría, porque en la práctica sólo pueden ser candidatos, con posibilidades de éxito, aquellos que disponen de capacidad de repartición de cajas, dinero, prebendas de todo tipo y compra de cédulas y de votos.

Los ejemplos citados contaminan a un proceso eleccionario y quitan el carácter de libre. Y si añadimos que las distintas juntas electorales que hemos tenido, con contadas excepciones, han estado constituidas por activistas políticos, incluyendo a los suplentes de miembros, hay que concluir en que tenemos una caricatura de democracia.

Pero en lo que respecta a la repartición de canastas navideñas es una pena que una sola institución no se encargue de educar a la población, porque la única forma de salir de la pobreza es mediante la educación y el trabajo digno, para tener alimentos los 365 días y votar por candidatos que verdaderamente se preocupen por el desarrollo de su país.

El Nacional

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