Clayton Kershaw va tras la inmortalidad social

El tres veces ganador del Cy Young se une a Adam LaRoche, IJM y otras entidades para tratar de evitar los abusos a la niñez

Hace rato que Clayton Kershaw garantizó su inmortalidad deportiva en una carrera de 11 años en la que ha acumulado cifras tan absurdas, que les han permitido ser reconocido casi a unanimidad como el mejor lanzador de las grandes ligas en este siglo con récord de .689 en ganados (153) y perdidos (69) y un asombroso PCL de 2.39.

Uno de cuatro jugadores con salario superior a los 30 millones de dólares en el 2018 (35,571,429), Clayton apunta a lograr un sitial de primacía con sus acciones fuera del campo de juego y por eso formó la Fundación Kershaw’ Challenge, que lucha por evitar los abusos contra los niños y la trata sexual.

En su segunda visita al país, el gigantesco zurdo de 6-4, poseedor de una curva que durante más de una década ha ridiculizado a los bateadores de las Mayores, es más recto que su bola rápida cuando se trata de enfrentar un flagelo que lastima a la sociedad, especialmente en países del tercer mundo, y por eso ha unido esfuerzo junto a su esposa Ellen, el ex jugador Adam LaRoche y su cónyuge Jennifer, Sean Litton, presidente Misión Internacional de Justicia (IJM), entidad que lucha a favor de tan noble causa, así como la Procuraduría General de la República y el Consejo Nacional de la Niñez (CONANI).

Indiferente a los halagos de la fama y la vanidad que acompañan a muchos que tienen alta investidura deportiva, el zurdo poseedor de una fortuna económica que le asegura el porvenir a su descendencia, pone tanto empeño en su lucha contra el abuso infantil como lo hace cada cinco días cuando sube al montículo a maniatar los bates contrarios.

Es una manera del nativo de Dallas, Texas, mostrar su agradecimiento a Dios, el ser que le dotó de un talento sin igual para jugar al béisbol.

Para República Dominicana, un país que tiene la pelota como una de sus pasiones, es un honor que tanto el estelar Kershaw como LaRoche, un hombre que dejó de ganarse un salario de 13 millones de dólares al retirarse del juego por entender que su empleador, los Medias Blancas de Chicago, le irrespetaron a él y a su hijo Drake, al sacar a éste último del camerino durante los entrenamientos primaverales del 2016, hayan escogido estos 48 mil kilómetros cuadrados para lo que debe ser una lucha sin cuartel en la que las autoridades dominicanas peleen sin límite de tiempo hasta poner fuera de combate a los que abusan de menores, los que prostituyen, los que se benefician promocionando esta nación como un paraíso sexual y los que entienden que la mejor medicina para los rechazos carnales es la violencia intrafamiliar con un final de asesinatos.

Esperamos que Kershaw, LaRoche, Litton con IJM, la Procuraduría General y CONANI ganen esta batalla y que la difícil lucha entablada por el tirador de los Dodgers le permita no sólo agregar un Cy Young social a su resumé, sino conquistar también la inmortalidad por sus aportes.

Bienvenidos a República Dominicana, el inmenso y multilaureado Clayton Kershaw y el irreductible en sus convicciones Adam LaRoche.

Esperamos que se puedan corresponder sus esfuerzos.