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Siempre con la verdad

Siempre con la verdad

Ramón Rodríguez

Camacho y el deporte escolar

Aquel que no albergue resentimiento ni mezquindad en su corazón, debe reconocer, que a pesar de los momentos críticos, como resultado de la pandemia del Coronavirus, Francisco Camacho, con el apoyo absoluto de presidente Luis Abinader, ha tenido grandes iniciativas que han ayudado el deporte en todas sus manifestaciones: apoyo a los Juegos Olímpico de Tokio y Juveniles Panamericanos, buena participación ante el COVID 19, recuerdo que el ministro dijo que la primera medalla que quería era la de la salud.

Apoyo del Albergue Olímpico, rescate de instalaciones deportivas, incluyendo el polideportivo, Fabio Rafael González, y las reparaciones de los emblemáticos clubes: San Lázaro y Mauricio Báez. La construcción en el sector de Capotillo de un Centro Deportivo Comunitario, ha sido una de sus obras más elogiadas, así como la inserción de los atletas al seguro seNaSa y el acuerdo con el hospital Ney Arias Lora para asistir a nuestros atletas.

Y algo sumamente importante: el acuerdo con INAVI para construir viviendas que beneficien a los atletas.

Por razones de espacio, no podré mencionar todas las obras que sé que han impactado, aunque no debo dejar de señalar, la iniciativa del presidente Abinader, quien junto al ministro Francisco Camacho, dejó iniciados los trabajos de la Barranquita a un costo de 90 millones en su primera etapa.

Sin embargo, óiganlo bien, Camacho no será recordado por estas buenas acciones, su reconocimiento histórico, como ministro de Deportes, dependerá de que haga posible su anuncio de que insertará las escuelas, como eje central para detectar los talentos y catapultar las disciplinas deportivas con un criterio de ciencia, aplicada al deporte, donde se detecte a los talentos y se les motive a practicar de acuerdo a sus actitudes.

La idea no es nueva. Hay mucha literatura al respecto. El reto será: hacer posible el desarrollo de esos politécnicos escolares y motivar carreras técnicas para especializar a nuestros dirigentes.

Me alegra que el ministro se haya comprometido públicamente en asumir como una política de Estado, la sinergia entre el deporte y las escuelas, como punto de desarrollo del deporte nacional. De lograrlo, sería gratamente recordado, pues marcará un antes y un después.

El ministro de Educación, Roberto Fulcar, quien sabe perfectamente el impacto de las escuelas en el desarrollo integral de los atletas desde edades muy tempranas, debe ser el mejor aliado de Francisco Camacho en esta nueva etapa, donde se pretende definitivamente, darle un vuelvo más científico al deporte nacional.

La mejor inversión que podría hacer el ministro Fulcar, es techar las canchas de las escuelas y abrazar fervientemente la idea de Camacho, de convertir las escuelas en fuente inagotable de talentos deportivos.

El Nacional

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