Editorial

 Sugerencia válida

 Sugerencia válida

El director de Migración ha sugerido que República Dominicana retire su membresía de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) porque esa instancia persiste en involucrarse en  asuntos de dominio reservado a los Estados, como la nacionalidad o el tema migratorio.

Como ejemplo de extralimitación de funciones, el licenciado José Ricardo Taveras cita que esa Corte se  declaró competente para  conocer  el caso de seis haitianos y un dominicano muerto a tiros por militares en el municipio de Guayubín, cuya investigación y establecimiento de responsabilidades corresponde a las autoridades  dominicanas.

Ese funcionario ha puesto el índice sobre la llaga de un mal mayor que nunca ha sido abordado con la responsabilidad que requiere o que ha estado cubierto por densa neblina de chantaje o excesiva presión política sobre la República para que dispense a los temas de nacionalidad e inmigración tratamiento conforme a intereses de grandes metrópolis.

Si en  torno a  algún tema  debería producirse una  auténtica unificación de criterios de todos los sectores sensatos de la sociedad, ese tendría que ser  la defensa irreductible de la nacionalidad que ha de expresarse de manera particular en  el control soberano de la migración.

Si la Corte Interamericana de Derechos Humanos o cualquier otra jurisdicción internacional se apropia del derecho de estatuir sobre  asuntos relacionados con la soberanía o cualquier otro aspecto  reservado  al Estado, entonces no hay razón para   que la República se someta a esos designios.

En ningún modo se pretende sugerir que  el ente nacional se aparte de  la tutela supranacional en materia de derechos humanos, pero resulta absolutamente inaceptable que  las autoridades  cedan  el control de aspectos esenciales  como las prerrogativas  de  estatuir sobre  migración y justicia.

Estados Unidos no reconoce a la CIDH, Corte Internacional ni ninguna otra jurisdicción que  vele por  garantía o preservación de derechos inalienables o que persiga crímenes de lesa humanidad,  a pesar de lo cual esa nación nunca ha sido considerada como un Estado paria.

Por todo lo antes expuesto,  la sugerencia del director de Migración, de que República Dominicana considere  su retiro de esa Corte es válido, aunque  requiera de una consideración más profunda en términos de beneficio o perjuicio, pero es menester advertir que  es obligación del Estado defender y preservar los sagrados principios de soberanía y nacionalidad.

El Nacional

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